EL ÚLTIMO BAR
Eran las cinco de la mañana y estaba claro que me iba a ir sola a casa, a esas horas ya no se encuentra nada decente. Por un lado me daba pena, pero por otro me apetecía descansar una noche; salir de esa rutina de sexo superficial con desconocidos en la que llevaba metida las últimas semanas. No iba a pasar nada por acostarme sin compañía, y a la mañana siguiente no tener que echar educada e incómodamente a alguien a quien acababa de conocer y tal vez ni recordara su nombre.
Aceleré el paso, una vez que decidí ir a dormir no veía la hora de llegar a mi cama. Doblé la esquina hacia mi portal, el segundo de la calle, justo cuando la camarera del Dori’s, un tugurio que debería estar cerrado hacía horas, intentaba sin éxito bajar la verja. Nos conocíamos de vista ya que solía entrar a comprar tabaco, así que paré:
—Hola, ¿te echo una mano?
Soltó la puerta y me miró fijamente con una sonrisa burlona. Me pregunté si iría más borracha de lo que yo creía y estaba haciendo el ridículo. Se acercó, puso su mano derecha en mi hombro, un gesto que se me antojó demasiado familiar, y me dijo en voz baja, despacio y sin separar apenas los labios:
—Me encantaría, ven.
Entró al bar y yo me quedé inmóvil, desconcertada, no estaba del todo segura pero hubiera apostado a que intentaba ligar conmigo. Pensé en seguirla y decirle que lo sentía mucho, que se había equivocado y no tenía nada en su contra, pero solo me atraían los hombres. Antes de que lo hiciera volvió a salir, me agarró de la mano y me condujo suavemente hasta la barra, puso una mano en mi cintura y me atrajo hacia ella. No opuse resistencia. Se me aceleró el pulso, mis respiraciones se hicieron más largas y profundas y notaba un hormigueo en la boca del estómago. Estábamos tan cerca que solo podía verle la nariz y los labios desenfocados; nuestros pechos chocaban al inspirar y el hormigueo descendió hasta debajo de la tripa.
Me besó, un beso lento y profundo. Nunca me había besado una mujer, me gustó. Sentí sus manos alzar mi camiseta desde la cintura, levanté los brazos y dejé que me la quitara, despacio; desde que entré al bar parecía que el tiempo se había ralentizado, todo era lento excepto mi respiración. Soltó el cierre de mi sujetador con una habilidad que no recordaba haber visto en ningún hombre y, tras despojarme de él dejándolo resbalar con cuidado, volvió a poner su mano en mi hombro. Apenas rozando mi piel la deslizó por el contorno del pecho, la tripa, y se detuvo un instante en el ombligo. Me abrió los botones del pantalón, lo bajó con las dos manos desde mis caderas y se agachó al mismo ritmo; subió los brazos hasta mis braguitas de encaje, aguanté la respiración mientras las deslizaba entre mis muslos y espiré al sentirlas rozarme las rodillas. Me quitó los zapatos y sacó el pantalón mientras yo permanecía quieta, no sabía qué hacer, me veía torpe e idiota.
Se levantó y colocó a un palmo de mí, acerqué las manos al botón superior de su blusa en un intento de tener iniciativa, pero me temblaban y no acerté a soltarlo. Ella sonrió de nuevo, apartó mis manos con suavidad y dijo que no me preocupara, que ella se encargaba. Con calma, sin dejar de sonreír ni de mirarme a los ojos, soltó los botones de su blusa y la dejó resbalar por los hombros y brazos hasta caer al suelo. No llevaba sujetador. Se quitó los zapatos empujando el talón con la punta del otro pie, metió los pulgares por la cintura del pantalón y se lo quitó, repitió lo mismo con el minúsculo tanga. La miré de abajo a arriba, interminables piernas moldeadas, depilado brasileño, piercing plateado en el ombligo, pechos redondos y tersos. Luché contra mis complejos y gané, cerré los ojos y me dejé llevar.
Reto 2 – Describe una escena sensual con una pareja que termina desnuda en la barra de un bar.
Muy Romantico!
Felicitaciones
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¡Muchas gracias Conchi!
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¡Vaya!
Jo, estoy *ultra* contenta de que de momento prácticamente todos los relatos de este segundo reto han sido LGTB+. He leído ya un par de dúos femeninos, uno masculino y el mío… Bueno, el mío podría decirse que es femenino, si xD Me ha gustado mucho, el ritmo del relato era el adecuado para que te metieras de lleno en el frenesí del momento de estas dos mujeres. Te espero por el mío, que me muero de ganas de leer opiniones sobre él. ¡Besitos sonámbulos! ★🌙
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Hola Aida, gracias por leer y por tus palabras. El otro día intenté seguirte y comentar tu primer reto, que me gustó mucho, pero no pude. Cuando lea el segundo lo volveré a intentar.
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Hola,
Tremendo relato, que me atrapó desde el comienzo. La protagonista estaba destinada esa noche, a dar otro rumbo a sus gustos sexuales, o al menos salir de la monotonía y explorar otras sensaciones. !Genial!
Saluditos
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Hola, la verdad me costó escribir algo así, nunca lo había hecho. ¡Muchas gracias por leer y comentar!
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