LA MISIÓN
Se asomó sola por la escotilla para ver amanecer. Saboreó el aire fresco, la tranquilidad y la belleza multicolor del cielo hasta que el astro rey apareció completo en el horizonte. Entonces retornó al interior del tanque, la guerra no había acabado y debía encargarse de que otros no volvieran a ver salir el sol.
NUEVA VIDA
Se asomó sola por la escotilla para ver amanecer. Al fin silencio y tranquilidad. Disfrutó cada segundo del comienzo del nuevo día con su recién estrenada libertad. Ya no importaban las heridas que portaba en el cuerpo y en el alma. Solo le quedaba tirar el cuerpo de su marido al mar y todo acabaría. Sonrió y rectificó su pensamiento: todo empezaría.
Luna Paniagua 
Impresionantes relatos!
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Muchas gracias. Son con los que participo en relatos en cadena, no sé si conoces. Te dan la primera frase (la última del ganador de la semana anterior) y 100 caracteres.
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Qué bueno! Todo un desafío… Muy parecido a la propuesta del relato «Una gran historia»
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Me encanta que sigas ordenando el blog y yo leyéndolo y descubriendo textos excepcionales que desconocía, como estos. Un abrazo Luna.
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Muchas gracias Carlos, eres muy amable. Si no me equivoco ya he terminado de ordenar, a partir de ahora vuelven las novedades y más espaciadas. Un abrazo.
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No te regalo al oído, lo pienso sinceramente 😉😊
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Gracias otra vez, me hace mucha ilusión 🙂
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Impresionantes los dos, sobre todo me ha impactado el primero, un momento reservado para la salida del sol antes de reanudar la terrible labor. Un beso,
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Fuerte contraste ¿verdad? Aunque me pregunto si entre la violencia, el horror y el dolor que provoca una guerra, se podría seguir disfrutando de algo tan sencillo y natural como un amanecer. Quiero pensar que sí, que dentro de cada soldado sigue habiendo un cachito de alma pura. Gracias Carlos, un beso.
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Como dicen los mayores, en la guerra habrá de todo como en botica, pero también considero que el acceso a la cultura es la mejor vacuna contra los conflictos. No todo el mundo es bueno. Un beso.
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Sí, da mucha pena pero así es, hay gente mala. Demasiada gente sufriendo por intereses de muy pocos. Un abrazo, Carlos.
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