NUEVA VIDA
El crujir de las hojas les recuerda lo solos que están. Y lo tranquilos. Y lo contentos. Además, en realidad sí están acompañados; junto a ellos viven distintas especies de animales, que son muy buena compañía, mucha mejor que las hordas de humanos egoístas y egocéntricos con los que antes compartían ciudad. Tienen todo lo que necesitan: comida, bebida y abrigo. Y, en un tiempo —no saben cuánto porque no llevan la cuenta de los días que pasan— llegará un miembro más a su pequeña familia. Al final fue una suerte que la avioneta se estropeara y cayera en aquella isla desconocida.
¿Son una pareja, Luna? Tal vez suene un poco drástico, pero creo que incluso en una isla desierta, tres pueden ser multitud….
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Sí que pensé en una pareja. La pobre criatura no sé qué haría con el paso de los años, pero eso es otro micro que aquí solo me dejaban 100 palabras (lo escribí para relatos en cadena).
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Me ha recordado a la película «El lago azul». Cuando era adolescente me encantaba esa peli y a veces fantaseaba con perderme algún día en un lugar así y vivir como Adán y Eva. Un beso
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Seguro que ahora le ves algunas pegas, ja ja. Un besote.
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Desde luego, por una temporada, no estaría nada mal, pero más tiempo… no sé, no sé. Besazos, Luna!!
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Bueno, pues esa temporada que sea en verano 🙂 Un besazo.
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Siiiii ☀️🏖🍺🍦
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Muy buen relato, Luna! Toda una historia en tan pocas palabras…
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¡Muchas gracias! Un besote, Claudia.
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Pienso como Ana, que por una temporada estaría bien, pero me temo que para mí sería muy complicado. Aunque en tu relato no hay voluntariedad salvo la de la avioneta claro.
Un abrazo.
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Mejor tener ahí la islita para poder ir cuando se quiera 🙂
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Qué bien se lo han tomado 😉
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A todo se adapta uno 🙂
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Pues estaría genial, yo lo necesito con urgencia. Ultimamente casi no escribo, estoy agobiada. Besos a tu corazón.
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A veces es difícil encontrar un momento, o lo tenemos pero no nos da la cabeza… ¡Ánimo! Vendrán tiempos más tranquilos, seguro. Un besazo.
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Bonito final para una historia accidentada. Feliz finde!! 😊
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¡Gracias! Un besote.
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Y porqué no? Sólo porque los lujos pasan a ser necesidades y para sobrevivir en un entorno natural se requiere entrenamiento casi militar o un acervo cultural acorde con las circunstancias. Es un relato excelente Luna que invita a reflexionar, como siempre con un sorprendente final. Un besazo.
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Inventamos necesidades que nos hacen esclavos de un mundo artificial. Muchas gracias, un besote.
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