ALERTA SUBMARINA
Un día de finales de julio, en el fondo del mar cerca de la isla de Tabarca se oye una canción…
—…para que bailes en esta fiesta, bajo el maaaaaaar… —Estrella hace una reverencia y todo el público rompe a gritar y aplaudir. Bueno, aplaudir, lo que se dice aplaudir, solo Pulpo y Langosta. Los demás hacen lo que pueden: Mero, Barracuda, Salmonete y Gobio mueven las aletas con rapidez; Nudibranquio agita las branquias y Morena abre y cierra la boca.
—¡Bravo!
—¡Artistaza!
—¡Otra, otra!
—Vale, vale —dice Estrella—. Pero solo una más, tengo que descansar. Hace unas gárgaras y se arranca con otra canción—. Siete mareees, he cruzado, siete mareees, color az…
Se detiene y fija la vista sobre sus cabezas, con los ojos muy abiertos y un leve temblor en el cuerpo. Los demás siguen su mirada inmóviles, hasta que ven unas burbujas y alguien grita:
—¡Vienen! ¡A vuestros puestos! ¡A vuestros puestos!
En cuestión de segundos Estrella está agarrada a una roca y su público se ha disuelto: Mero, Barracuda y Salmonete nadan por separado, yendo y viniendo aparentemente despistados; Gobio se queda inmóvil sobre la arena; Pulpo se cobija entre las posidonias; Langosta pasea por el fondo, mirando hacia los lados y moviendo las antenas; Nudibranquio se aleja con toda la rapidez que puede, que es muy poca; y morena se mete en un agujero y mira hacia fuera con la boca abierta.
Aparecen dos buceadores, escudriñando con calma cada rincón. Uno de ellos se detiene sobre Nudibranquio y avisa por gestos al otro, quien también se acerca. Nudibranquio se queda quieto deseando que pase cuanto antes el mal rato, vergonzoso como es él.
Mientras tano, Langosta pasa junto a Pulpo y le susurra:
—Uno debe de ser de tu familia, ¿te has fijado? Le salen tentáculos de la cabeza.
—O igual son antenas y es de la tuya, gilipollas —contesta ofendido—. Y haz el favor de seguir andando. A ver si se van a dar cuenta de que podemos hablar.
—Me voy, pero no hacía falta insultar. —Continúa hablando para sí mismo—. Qué carácter. No hay quien le tosa desde que dicen que es un animal tan inteligente. Pues a mí no me parece para tanto.
—Cállate ya, imbécil.
—Vaya, no tendrá orejas pero bien que oye.
Al fin, los dos buceadores desaparecen por el lado contrario al que llegaron. Los inquilinos del fondo respiran tranquilos y se reúnen.
—Ya era hora, eran inofensivos pero muy pesados —dice Mero.
—Y tanto —Salmonete mira a Estrella— Qué, ¿te animas a cant…
Sin darse cuenta otro grupo se ha acercado. Se dispersan lo más rápido que pueden.
—¡Cuidado! —grita Gobio— ¡Son novatos! ¡Novatos! —Y se aleja sin mirar atrás.
Los recién llegados siembran el caos. Algunos se ponen de pie en el fondo y aplastan posidonias, gorgonias y todo lo que se interpone entre ellos y el suelo. El resto no consiguen controlar el movimiento de sus aletas y patalean sin control, golpeándose entre ellos y a todo lo que esté a su alcance. Incluyendo a Estrella, que sale volando y se estrella —valga la redundancia— contra Barracuda. Esta se aleja nadando con ella pegada a su costado.
—¡Esto es una locura! —se atreve a gritar Pulpo. Los intrusos están demasiado ocupados en bucear y respirar a la vez como para darse cuenta. —¡Hay que pararlo como sea! ¡Necesitamos un peso pesado! ¡Que salga el pez gordo!
—Te he dicho mil veces que es mi constitución. Soy de hueso duro. —El dueño de esa voz grave es Mola, un pez luna. Hace aparición con estudiada falta de interés.
Al verle, los buceadores le siguen con su torpe pataleo y expulsando aún más burbujas de lo normal. La confusión que han dejado a su paso poco a poco va desapareciendo. Los últimos en aparecer son Barracuda y Estrella, todavía conmocionada por el golpe.
Deciden descansar y quedan para la noche, más sosegada y sin apenas visitas. Pulpo observa cómo cada uno se retira a su morada, lo más ocultos que pueden.
—Turistas —murmura—, a ver si pasa de una vez el verano y nos dejan en paz.

Pez luna, Mola mola. Imagen de Casco Antiguo.

Dedicado con todo mi cariño -y aún más- a Iagoba y Fernando.
Reto 33 para Literup – Realiza una historia que tenga lugar en el fondo del mar.
Gracias por sacarme un par de buenas carcajadas!
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Ooooh… no sabes cuánto me alegra leer eso 🙂 Lo intento pero me parece tan difícil hacer reír. ¡Mil gracias y bienvenida!
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Encantador Luna! Un gusto leerte! Abrazos!
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¡Muchas gracias! Un abrazo.
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Jajaja… Qué divertido relato, Luna. La sirenita y Toy story pueden ser unas fuentes de inspiración poderosas. Me he reído mucho. Un besote.
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Ay qué alegría que haga gracia, ja, ja. Es divertido sacar de vez en cuando esa niña que tenemos guardada por ahí en algún sitio. Muchas gracias. Un besote.
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Qué ocurrente eres. Siempre me sorprende tu ingenio.
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Esta vez he tenido ayuda 🙂 Muchas gracias, Charo.
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Intuyo que una «pequeña» y tierna ayuda.
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Parece pero no, ja, ja. Mi marido es buceador y me he basado en batallitas suyas, y documentado preguntándole. La parte infantil ha salido de mí, que aún aflora de vez en cuando.
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Me ha encantado el relato, y es estupendo que introduzcas el respeto al fondo marino en el texto. Hay abajo también van a tener que poner turnos a los visitantes. Un beso.
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Allá donde vamos arrasamos… ya nos vale. Un beso.
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Hoy estaba el ocaso que no cabía ni un alfiler en el faro. Vino la niebla y se acabó la fiesta. Jajajaja tenías que haber oído las protestas, ni que hubieran pagado!! Un beso.
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Ja, ja, pequeñas venganzas de la naturaleza, para que tengamos claro que no podemos controlarlo todo. Un abrazo.
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¡Te superas! Me he reído un montón, sobre todo con Mola y «su constitución de hueso duro». El cuento tiene mucho de cierto: qué daño se puede hacer por desconocimiento, ¡ya se trate del fondo mar o de arrancar setas indiscriminadamente! Besitos, guapetona.
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Que sepas que es verdad, el pez luna es el pez óseo más pesado del mundo.
Deberíamos andar con más cuidado en general… que todo no vuelve a salir.
Muchísimas gracias. Un besote.
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Muy bueno Luna. Denuncia con humor.
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¡Muchas gracias! 🙂
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Lo leí ayer pero no pude comentar. Me encantó! Qué divertido y qué bien narrado, nos pones en situación a la primera. Además, haciendo crítica de los peligros que corre nuestro fondo marino con tanto novato. Bien hecho!! Un abrazo, Luna!! 🙂
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Ahí como en todo, si se lleva bien aprendida la lección sobre civismo no habría problema. (Bueno, en este caso también la de flotabili
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Ahí como en todo, si se lleva bien aprendida la lección sobre civismo no habría problema. (Bueno, en este caso también la de flotabilidad 🙂 )
¡Muchas gracias! Un beso.
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Buenísimo, Luna! Qué original y divertido! Enhorabuena! Mil besos 😘 😘😘😘
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¡Muchas gracias, Ana! Un besote.
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¡Qué cuento tan bonito! He disfrutado con su lectura y eso que son las dos de la madrugada: llevaba varios días sin ordenador y hoy me he dado el atracón. Me voy a la cama contenta de haberlo leído.
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¡Qué bien! Y yo me levanto con una sonrisa gracias a tu comentario 🙂 Muchas gracias. Un abrazo.
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Y en todo ese caos la morena seguía en su cueva con la boca abierta… jeje! 😀
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Es una figurante muy profesional (o estaba muy asustada, que no sería raro)
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