COPLAS DE VÍSPERA
Ya había anochecido a media tarde de aquel cuatro de febrero. Un grupo de niños y niñas, vestidos de caseros y con los bastones engalanados a base de cintas tricolores y cascabeles, cantaba coplas a Santa Águeda. Al terminar su repertorio recibieron con gritos y aplausos bolsas de patatas, monedas y hasta un par de billetes.
Continuaron calle arriba, pero antes de llegar al caserío Amizte, cambiaron de acera y apretaron el paso, empujándose unos a otros. En esa casa vivía el «comeniños», el «ogro» o el «monstruo», según quien lo contara. En lo que sí coincidían todas las versiones era en que había que mantenerse lejos de él. Aunque no hiciera falta por el miedo que les daba, tenían prohibido pasar por delante de su puerta. Sobre todo la víspera de Santa Águeda, esa tarde siempre estaba vigilando. A veces les hacía señas y les llamaba desde la ventana. Un año incluso salió a la calle; los niños echaron a correr y consiguieron escapar. Por suerte el ogro estaba mayor y torpe.
El viejo Martín miraba por una de las ventanas de la planta alta del caserío Amizte, su hogar desde que nació. Abrió un poco la ventana para escuchar las coplas del coro infantil. Al rato les vio pasar por la acera de enfrente, apresurados. Tras perderlos de vista, bajó despacio las escaleras, con una mano en las lumbares y la mirada ausente. Se preguntaba si alguna vez, por fin, cantarían frente a su casa y podría darles la bolsa con gominolas y bollos que les preparaba cada año. Los llamaba desde la ventana y en una ocasión incluso salió a la calle y les gritó que tenía algo para ellos, pero siempre pasaban corriendo y no le oían. Qué pena, con la ilusión que le haría…
Reto 49 para Literup – Crea una ficción a partir de una fiesta o celebración propia de tu municipio/ciudad/país.
Esas historias de «casas embrujadas», de «vecinos señalados por el barrio» de marginar por ser distinto… Lo has contado muy bien Luna!
Un abrazo!
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Muchas gracias, Claudia. Y el pobre solo quería que le cantaran y darles unas chuches 😦
Un abrazo.
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Si, me encantó.. Pero que triste!!
Cuantas veces en la vida prejuzgamos a las personas en base a una historia.. Cuantos comeniños hay con su paquete de caramelos esperando año tras año su oportunidad de acercarse de entregarlo… Muy triste y emotiva. Gracias luna me encanta leerte. Un besazo por regalarnos estos momentos y tu sensibilidad.
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¡Muchas gracias a ti! Por pasarte y por tu comentario. Hay monstruos que no lo parecen, y otros que no lo son pero se les trata como si lo fueran. Como dices, cuántos prejuicios dañinos…
Un beso.
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Es una descripciòn estupenda de la fiesta de las Águedas y un retrato del reparto social que se da en el entorno rural. El de ogro o de brujo provoca un gran aislamiento y soledad. Un besazo.
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Muchas gracias, Carlos. He salido algunos años, mi hija mayor todos desde los 3 años.
Me estaban tentando monstruos que no lo parecen, pero decidí darle la vuelta, para variar.
Un besote.
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Darle la vuelta a los monstruos es una excelente estrategia. Cuidate mucho Luna. Un besazo
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Mira, Carlos, le acabo de contar a palmeira y a ti también te va a interesar, no me di cuenta antes 😦 (lo copio)
Esta es una costumbre muy arraigada en el País Vasco, Al igual que muchas otras en muchos sitios se cree que era un rito pagano que sucumbió al cristianismo. Lo que hacían era cantar mientras golpeaban el suelo con palos, para pedir a la madre tierra que despertara y trajera la primavera.
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Precioso Luna.Besos
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¡Muchas gracias! Más besos de vuelta 🙂
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😘😘😘
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Qué pena me ha dado el presunto ogro. No puede ser, hay que hacer algo, darle cariño, sacarle de su condena injusta. Los sentimientos de soledad y de tristeza, o de sentirse no querido y hasta señalado o despreciado pueden hacer mucha mella, mucho daño, ¿Es típica esa celebración o costumbre de allí? La desconozco.
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Sí, Santa Águeda es el 5 de febrero. El cuatro se sale, vestidos de caseros o no, con las makilas (bastones, imprescindibles, para llevar el ritmo). Se van cantando coplas, conocidas e inventadas, y la gente da dinero o comida. Luego se hace merienda o cena. Eso es la teoría.
Se han empezado a adornar los bastones con cintas blancas, rojas y verdes y cascabeles.
Aquí los niños de 6º curso inventan coplas en tono de humor y se las cantan al alcalde en el ayuntamiento. El 5 salen los quintos bailando y cantando y recogiendo dinero. O igual también es el 4, ahora no estoy segura.
Mi recuerdo más bonito es cantar en una residencia de ancianos, las canciones son las de siempre y cantaban, alguno hasta emocionado (y alguno se durmió). Y qué contentos nos daban la bolsa con cositas, muy agradecidos.
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Muchas gracias por toda la explicación. Esto de dar cosas a los niños, dulces y etcétera, porque canten, recuerda un poco a la noche de Halloween. Y lo de las coplas inventadas en tono de humor me ha recordado a las famosas chirigotas del carnaval de Cádiz y toda la guasa tan típica de aquellas tierras. Bueno, son semejanzas lejanas, los de Cádiz son casi profesionales del cachondeo. Nunca he participado en nada parecido de niño, suena bonito.
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Qué bonito cómo nos das a conocer una fiesta de tu cuidad. Me gustó mucho el giro que le diste. A veces los verdaderos monstruos son los que están cerca y deberían cuidarnos.
Un fuerte abrazo amiga. 🤗🌹
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Así es, y más lo son los que desprecian y marginan a otros sin motivo.
Muchas gracias, Patricia. Otro abrazo 🙂
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Coplas por la muerte de su padre / Jorge Manrique
I
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
II
Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
—116→
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
mas que duró lo que vio,
pues que todo ha de pasar
por tal manera.
III
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir,
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.
IV
Invocación
Dejo las invocaciones
de los famosos poetas
y oradores;
no curo de sus ficciones,
—117→
que traen yerbas secretas
sus sabores;
aquel sólo invoco yo
de verdad,
que en este mundo viviendo
el mundo no conoció
su deidad.
V
Este mundo es el camino
para el otro, que es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nacemos
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos.
VI
Este mundo bueno fue
si bien usásemos dél
como debemos,
porque, según nuestra fe,
—118→
es para ganar aquel
que atendemos.
Aun aquel Hijo de Dios,
para subirnos al cielo,
descendió
a nacer acá entre nos,
y a morir en este suelo
do murió.
VII
Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y corremos,
que, en este mundo traidor
aun primero que miramos
las perdemos:
de ellas deshace la edad,
de ellas casos desastrados
que acaecen,
de ellas, por su calidad,
en los más altos estados
desfallecen.
VIII
Decidme: La hermosura,
la gentil frescura y tez
de la cara,
la color y la blancura,
—119→
cuando viene la vejez,
¿cuál se para?
Las mañas y ligereza
y la fuerza corporal
de juventud,
todo se torna graveza
cuando llega al arrabal
de senectud.
IX
Pues la sangre de los godos,
y el linaje y la nobleza
tan crecida,
¡por cuántas vías y inodos
se pierde su gran alteza
en esta vida!
Unos, por poco valer,
¡por cuán bajos y abatidos
que los tienen!;
otros que, por no tener,
con oficios no debidos
se mantienen.
X
Los estados y riqueza,
que nos dejen a deshora
¿quién lo duda?
—120→
no les pidamos firmeza,
pues son de una señora
que se muda.
Que bienes son de Fortuna
que revuelven con su rueda
presurosa,
la cual no puede ser una
ni estar estable ni queda
en una cosa.
XI
Pero digo que acompañen
y lleguen hasta la huesa
con su dueño:
por eso no nos engañen,
pues se va la vida apriesa
como sueño;
y los deleites de acá
son, en que nos deleitamos,
temporales,
y los tormentos de allá,
que por ellos esperamos,
eternales.
XII
Los placeres y dulzores
de esta vida trabajada
que tenemos,
—121→
no son sino corredores,
y la muerte, la celada
en que caemos.
No mirando a nuestro daño,
corremos a rienda suelta
sin parar;
desque vemos el engaño
y queremos dar la vuelta,
no hay lugar.
XIII
Si fuese en nuestro poder
hacer la cara hermosa
corporal,
como podemos hacer
el alma tan gloriosa,
angelical,
¡qué diligencia tan viva
tuviéramos toda hora,
y tan presta,
en componer la cautiva,
dejándonos la señora
descompuesta!
XIV
Esos reyes poderosos
que vemos por escrituras
ya pasadas,
—122→
con casos tristes, llorosos,
fueron sus buenas venturas
trastornadas;
así que no hay cosa fuerte,
que a papas y emperadores
y prelados,
así los trata la Muerte
como a los pobres pastores
de ganados.
XV
Dejemos a los troyanos,
que sus males no los vimos,
ni sus glorias;
dejemos a los romanos,
aunque oímos y leímos
sus historias;
no curemos de saber
lo de aquel siglo pasado
qué fue de ello;
vengamos a lo de ayer,
que también es olvidado
como aquello.
XVI
¿Qué se hizo el Rey Don Juan?
Los Infantes de Aragón
¿qué se hicieron?
—123→
¿Qué fue de tanto galán,
qué de tanta invención
que trajeron?
¿Fueron sino devaneos,
qué fueron sino verduras
de las eras,
las justas y los torneos,
paramentos, bordaduras
y cimeras?11
XVII
¿Qué se hicieron las damas,
sus tocados y vestidos,
sus olores?
¿Qué se hicieron las llamas
de los fuegos encendidos
de amadores?
¿Qué se hizo aquel trovar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué se hizo aquel danzar,
aquellas ropas chapadas
que traían?
—124→
XVIII
Pues el otro, su heredero,
Don Enrique, ¡qué poderes
alcanzaba!
¡Cuán blando, cuán halaguero
el mundo con sus placeres
se le daba!
Mas verás cuán enemigo,
cuán contrario, cuán cruel
se le mostró;
habiéndole sido amigo,
¡cuán poco duro con él
lo que le dio!
XIX
Las dádivas desmedidas,
los edificios reales
llenos de oro,
las vajillas tan fabridas,
los enriques y reales
del tesoro;
los jaeces, los caballos
de sus gentes y atavíos
tan sobrados,
¿dónde iremos a buscallos?
¿qué fueron sino rocíos
de los prados?
—125→
XX
Pues su hermano el inocente,
que en su vida sucesor
le hicieron,12
¡qué corte tan excelente
tuvo y cuánto gran señor
le siguieron!
Mas, como fuese mortal,
metiole la Muerte luego
en su fragua.
¡Oh, juicio divinal,
cuando más ardía el fuego,
echaste agua!
XXI
Pues aquel gran Condestable,
maestre que conocimos
tan privado,
no cumple que de él se habla,
mas sólo cómo lo vimos
degollado.
Sus infinitos tesoros,
sus villas y sus lugares,
su mandar,
¿qué le fueron sino lloros?
¿Qué fueron sino pesares
al dejar?
—126→
XXII
Y los otros dos hermanos,
maestres tan prosperados
como reyes,
que a los grandes y medianos
trajeron tan sojuzgados
a sus leyes;
aquella prosperidad
que en tan alto fue subida
y ensalzada,
¿qué fue sino claridad
que cuando más encendida
fue matada?
XXIII
Tantos duques excelentes,
tantos marqueses y condes
y varones
como vimos tan potentes,
di, Muerte, ¿do los escondes
y traspones?
Y las sus claras hazañas
que hicieron en las guerras
y en las paces,
cuando tú, cruda, te ensañas,
con tu fuerza las aterras
y deshaces.
—127→
XXIV
Las huestes innumerables,
los pendones, estandartes
y banderas,
los castillos impugnables,
los muros y baluartes
y barreras,
la cava honda, chapada,
o cualquier otro reparo,
¿qué aprovecha?
Cuando tú vienes airada,
todo lo pasas de claro
con tu flecha.
XXV
Aquel de buenos abrigo,
amado por virtuoso
de la gente,
el maestre Don Rodrigo
Manrique, tanto famoso
y tan valiente;
sus hechos grandes y claros
no cumple que los alabe,
pues los vieron,
ni los quiero hacer caros
pues que el mundo todo sabe
cuáles fueron.
—128→
XXVI
Amigos de sus amigos,
¡qué señor para criados
y parientes!
¡Qué enemigo de enemigos!
¡Qué maestro de esforzados
y valientes!
¡Que seso para discretos!
¡Qué gracia para donosos!
¡Qué razón!
¡Qué benigno a los sujetos!
¡A los bravos y dañosos,
qué león!
XXVII
En ventura Octaviano;
Julio César en vencer
y batallar;
en la virtud, Africano;
Aníbal en el saber
y trabajar;
en la bondad, un Trajano;
Tito en liberalidad
con alegría,
en su brazo, Aureliano;
Marco Atilio en la verdad
que prometía.
—129→
XXVIII
Antonio Pío en clemencia;
Marco Aurelio en igualdad
del semblante;
Adriano en elocuencia,
Teodosio en humanidad
y buen talante;
Aurelio Alejandro fue
en disciplina y rigor
de la guerra;
un Constantino en la fe,
Camilo en el gran amor
de su tierra.
XXIX
No dejó grandes tesoros,
ni alcanzó muchas riquezas
ni vajillas;
mas hizo guerra a los moros,
ganando sus fortalezas
y sus villas;
y en las lides que venció,
cuántos moros y caballos
se perdieron;
y en este oficio ganó
las rentas y los vasallos
que le dieron.
—130→
XXX
Pues por su honra y estado,
en otros tiempos pasados,
¿cómo se hubo?
Quedando desamparado,
con hermanos y criados
se sostuvo.
Después que hechos famosos
hizo en esta misma guerra
que hacía,
hizo tratos tan honrosos
que le dieron aun más tierra
que tenía.
XXXI
Estas sus viejas historias
que con su brazo pintó
en juventud,
con otras nuevas victorias
ahora las renovó
en senectud.
Por su grande habilidad,
por méritos y ancianía
bien gastada,
alcanzó la dignidad
—131→
de la gran Caballería
de la Espada.
XXXII
Y sus villas y sus tierras
ocupadas de tiranos
las halló;
mas por cercos y por guerras
y por fuerza de sus manos
las cobró.
Pues nuestro rey natural,
si de las obras que obró
fue servido,
dígalo el de Portugal
y en Castilla quien siguió
su partido.
XXXIII
Después de puesta la vida
tantas veces por su ley
al tablero;
después de tan bien servida
la corona de su rey
verdadero;
después de tanta hazaña
a que no puede bastar
cuenta cierta,
—132→
en la su villa de Ocaña
vino la Muerte a llamar
a su puerta
XXXIV
diciendo: -«Buen caballero
dejad el mundo engañoso
y su halago;
vuestro corazón de acero
muestre su esfuerzo famoso
en este trago;
y pues de vida y salud
hicisteis tan poca cuenta
por la fama,
esfuércese la virtud
para sufrir esta afrenta
que os llama.
XXXV
«No se os haga tan amarga
la batalla temerosa
que esperáis,
pues otra vida más larga
de la fama gloriosa
acá dejáis,
(aunque esta vida de honor
tampoco no es eternal
—133→
ni verdadera);
mas, con todo, es muy mejor
que la otra temporal
perecedera.
XXXVI
«El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida delectable
donde moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos y aflicciones
contra moros.
XXXVII
«Y pues vos, claro varón,
tanta sangre derramasteis
de paganos,
esperad el galardón
que en este mundo ganasteis
por las manos;
y con esta confianza,
—134→
y con la fe tan entera
que tenéis,
partid con buena esperanza,
que esta otra vida tercera
ganaréis.»
XXXVIII
[responde el Maestre]
-«No tengamos tiempo ya
en esta vida mezquina
por tal modo,
que mi voluntad está
conforme con la divina
para todo;
y consiento en mi morir
con voluntad placentera,
clara y pura,
que querer hombre vivir
cuando Dios quiere que muera,
es locura.
XXXIX
[Oración]
Tú, que, por nuestra maldad,
tomaste forma servil
—135→
y bajo nombre;
tú, que a tu divinidad
juntaste cosa tan vil
como es el hombre;
tú, que tan grandes tormentos
sufriste sin resistencia
en tu persona,
no por mis merecimientos,
mas por tu sola clemencia
me perdona.»
XL
Fin
Así, con tal entender,
todos sentidos humanos
conservados,
cercado de su mujer
y de sus hijos y hermanos
y criados,
dio el alma a quien se la dio
(el cual la dio en el cielo13
en su gloria),
que aunque la vida perdió,
dejonos harto consuelo
su memoria.
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Un clásico. Preciosas 🙂
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¡Qué bonito, Luna! Aunque tengo el día ñoño y me da penita el ogro comeniños reumático. El mes de diciembre es muy complicado para mí y apenas encuentro tiempo para nada. Pero que sepas que, aunque no tengas noticias mías (no siempre encuentro un momento para poner un comentario), no me pierdo ninguno de tus relatos. Un besito, guapetona.
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A mí también me da penita, solo era un viejito que quería una copla y darles chuches a los niños. Pero bueno, yo siempre soy ñoña…
Ya sé que siempre estás ahí y te lo agradezco mucho. ¡Ánimo con ese diciembre!
Un besote.
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¡Hermoso! Luna, me encantó
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¡Muchas gracias, Úrsula! 🙂
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💜
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Oh, qué triste! Qué pena, pobre “ogro”! Era un ogro de buen corazón
Muy bonito. Abrazo, Luna 🙂
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Como Shrek 🙂 Muchas gracias, Lidia 🙂
Un besote
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Exacto jajajaja
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Como yo.
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¿Como tú? ¿Acaso eres como Shrek: grande, pelón y verde? 😅😂😂
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Venga, Lídia, cántale una copla. Lo haría yo pero a mí me tiran a dar con las chuches…
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jajajaja no soy yo muy cantarina. Mejor, no.
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No va por el aspecto físico, jajaja, sino por el corazoncito sensible…
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Precioso, Luna. Y real como la vida. Recuerdo un caso parecido en mi pueblo, cuando era niña: aunque parezca extraño, se trataba de una mujer. Como te colgasen el sambenito…
No conocía esa costumbre del día de santa Águeda. Debe de resultar muy simpática y pintoresca, a pesar de su origen.
Tú no eres ñoña, Luna. Tienes sentimientos, que no es lo mismo.
Un abrazo
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No parece extraño, «brujas» siempre ha habido…
Creo que el origen de la tradición se perdió hace mucho. Mi padre, que ahora tiene 77 años, salía de joven, pero me da que lo que buscaban entonces era ya pasarlo bien y pegarse una buena merienda-cena.
Esta es una costumbre muy arraigada en el País Vasco, Al igual que muchas otras en muchos sitios se cree que era un rito pagano que sucumbió al cristianismo. Lo que hacían era cantar mientras golpeaban el suelo con palos, para pedir a la madre tierra que despertara y trajera la primavera.
Muchas gracias 🙂 Un besote.
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Qué bonito todo, la fiesta, el cuento, los comentarios, la ternura, el ogro…y hasta el miedo de los niños que se apartan
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Otra vez, muchas gracias. Sí que es una fiesta bonita, lo malo es que suele hacer «fresquito».
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Pues habrá que salir a la calle a golpear con un bastón el suelo, a ver si la madre tierra trae un poco de lluvia a Madrid. En contra de todo pronóstico, me levanto cada día con la vana ilusión de ver la calle mojada; pero dura tanto la sequía que estoy perdiendo toda esperanza de sentir el olor que despide la tierra reseca cuando caen unas gotas.
Parece como si la atmósfera estuviese haciendo eco de lo que ocurre en esta sociedad desequilibrada. En fin… Un abrazo..
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La sequía es desoladora. Aquí esta misma mañana ha llovido, y hace poco hasta nevó, aunque es otro síntoma de que el clima no va como debiera.
A ver si pronto tienes esas (más que) gotas.
Otro abrazo 🙂
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Wooooooo, pero qué maravilloso, mi Luna. Besos a tu alma.
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¡Muchas gracias! Eres un solete 🙂 Besos
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