SUEÑO EN COMÚN
Se quedaban discutiendo dónde pondrían el sofá toda la noche. Ella lo quería al lado del radiador, para no tener que taparse con ninguna manta. Él, junto a la ventana, para mirar desde arriba a la gente que pasaba. Cuando se hacía de día salían de debajo del puente y cada uno se dirigía al lugar en el que pasaría la jornada. Ella, la puerta del supermercado. Él, delante de la iglesia.
¡Qué chulo, Luna! Estaba leyendo tu cuento y veías las ilustraciones del roto, de Quino y de mi querido Castelao, con pobres que son verdaderos filósofos de la desesperación e imágenes de puentes destartalados con letreritos en los pilares que dicen «Alquilado».
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Creía que solo conocía a Quino, pero he mirado en internet y, por el estilo, estoy segura de haber visto ilustraciones de El Roto.
¡Muchas gracias! Un besazo
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Es una belleza Luna, felicidades.
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¡Muchas gracias! Un abrazo 🙂
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Te quedó muy impactante este micro, Luna. Llevaba mucho sin pasarme por aquí y me ha encantado leer este relato. Un beso!!
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¡Muchas gracias, Mayte! A mí me encanta verte por aquí 🙂
Un besote
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Ains, me ha entrado tristeza con ese final 😢 No tenían un techo, pero sí un sofá y espero que mucho amor por compartir 😄😉
Me ha gustado! Besazo, Luna!
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Se tienen el uno al otro aun en tan malas condiciones, y un sueño por el que seguir adelante.
Muchas gracias, Lídia 🙂
Un besote
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Qué bonita, ¡gracias!
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Es un cuento triste Luna, la realidad de aquellos que están sin hogar e ignoran que la razón última es que conviene que sirvan de escarmiento a los demás. Un besazo.
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Uy, es ficción, nadie vive en la calle, es imposible, lo dice la constitución (ejem).
Qué sueños y/o aspiraciones tan diferentes tenemos según nuestras situación, ¿verdad?
Gracias, Carlos. Un besote.
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Cierto Luna. El acceso a la riqueza provoca que consideremos, bienes que hace poco eran lujos, como necesidades prioritarias. caemos en una espiral de ambición desmedida, no tanto en lo personal como en el conjunto social. Y no queda suficiente para todos. Un besazo.
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Hay hogares que, aún sin techo, siguen manteniendo sanas costumbres y se mantienen unidos
Besos 💋💋💋
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Qué importante tener a alguien en los malos momentos. El amor no te lo pueden robar.
Besos
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A veces, los males hacen que se vaya todo al carajo, pero si no es así, se hará más fuerte
Besos 💋💋💋❤️
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Juventud y amor, vaya cóctel 🙂
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¡Así es! Gracias por pasarte 🙂
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Los sueños, aunque muchas veces entren bajo techo, en realidad son sintecho, porque vuelan libres y nos pertenecen a todos. ¿Acaso tiene dueño… un sueño?
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Si cuando te pones poético… así se escapan a veces, volando y no podemos seguirlos, je, je
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También, es verdad: a veces vienen y a veces se escapan volando. Sueños pájaro, sueños golondrina, sueños cometa, sueños que se estrellan, e incluso sueños boomerang.
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Yo sigo viendo lo del blog de literatura (tuyo)
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Muy original. Esa irrealidad que exige lo real para poder digerirlo.
Me ha gustado mucho.
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Qué sería de nosotros sin dejar volar la imaginación de vez en cuando.
Mucas gracias, Tony 🙂
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Los puentes tienen la particularidad de unir costas que por más pequeños que sean descuben la irregularidad de las otras cuestiones; aunque en este caso es misma orilla con distintos tenores; igual lo prefiero así a los que se enamoran de su altura para hacer polvo de agua su armadura…
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Y qué gran puente es el amor… Gracias por pasarte, un placer verte por aquí 🙂
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Yo me he imaginado una canción, al estilo Sabina, con su vídeo y todo, y su dosis de mala leche… Muy bueno, Luna. Saludos
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Anda, pues sí que le pega a Sabina, qué bueno.
¡Muchas gracias!
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La necesidad es maestra de utilizar el ingenio. Ellos, así lo empleaban, porque la riqueza a veces,consiste más en el disfrute que en la posesión.
La autora del relato maneja el ingenio con maestría,riqueza y posesión de la palabra.
Besiños palmeiráns, Luna.
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¡Muchas gracias, Magdalena! Qué inyección de ánimo son siempre tus comentarios 🙂
Besotes
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Tus minicuentos encierran grandes historias. Preciosas. Y de ficción, nada. Ven a Madrid, date un garbeo por la noche y te encontrarás con la triste realidad. Claro que muchas veces la libertad es buscada aun a expensas de vivir bajo un puente. Esto me trae a la memoria una obra de teatro de Ana Diosdado que vi hace la tira de años: «El Okapi».
Un montón de besos
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Muchas gracias. Lo de ficción era una ironía, lamentablemente cada vez hay más gente sin hogar, y supongo que en las grandes ciudades aún más… una lástima.
No conozco esa obra, me temo que solo he visto teatros escolares.
Mas besazos para allí 🙂
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