EL HOMBRE AFORTUNADO
Llevaba un hacha en la mano derecha y un leño en la izquierda. Colgó la herramienta en su lugar y entró en la cocina. Miró la chimenea: el fuego había prendido bien, de momento no necesitaría más madera, así que dejó la que portaba en el suelo. Se sentó con la espalda hacia las llamas. Comenzó a comer el jamón y el queso que le esperaban en la mesa desde que llegó. De vez en cuando le daba un trago a la bota rellenada con vino tinto.
Miró por la ventana. La primavera estaba al caer, pronto templaría y podría hacer eso mismo en la mesa de fuera. Sonrió. Tenía sesenta y cinco años y acababa de jubilarse. A partir de entonces, esa sería su vida; se sentía, sin duda, un hombre con suerte.
Relato para el taller de escritura de Literautas de junio. Requisitos: que el relato lleve por título El hombre afortunado. Reto opcional: que comience con la frase: «Llevaba un hacha en la mano».
Pareces una comercial de líquido de frenos, día sí y día también estás metida en un taller u otro.
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No, no, de frenos nada. Será otra cosa 😉
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desenfrenada👏
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En realidad se dedica en secreto a incrementar las prestaciones de algunos textos para que compitan en grandes premios Nobel. Huy.
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Ayayay, ni caso al jubilado.
(Carlos, no te vuelvo a contar nada 😉 )
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¡Borra, borra!
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Son palabras mayores, un gran reto.
¿Hemos dicho reto?
Vaya, al leer ‘reto’ Luna ya se ha apuntado a eso…
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Pues te ha quedado perfecta la historia y de lo más natural. Y no era fácil encajar la frase del reto opcional.
Me ha dado hasta envidia tu hombre afortunado.
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¡Muchas gracias! A veces hacemos algo parecido en el caserío. Excepto por lo de la jubilación y la tranquilidad…
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Buen relato. Es hombre con suerte.
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¡Muchas gracias! Creo que quien disfruta las cosas más simples es feliz 🙂
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La felicidad se encuentra donde uno se halla, siempre que la lleve dentro. Me encanta la frase: «de momento no necesitaría más madera». Por que representa una virtuosa falta de ambición. Un besazo.
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Creo que muchas veces entendemos mal lo que es la ambición, parece que es tener muchas cosas materiales. Y como dices, eso no es lo necesario para ser feliz.
Gracias 🙂 Un besote
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Creo, sólo creo, que también se puede ser feliz teniendo un montón de cosas bonitas. Ahora que podría tener un Ferrari, con los derechos de autor resulta que me duele la espalda en esos coches tan bajitos. Mejor será sentirse en paz. Un besazo.
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😂😂
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La suerte de las pequeñas cosas que nos dan la vida. Abrazo.
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Y la capacidad de saber apreciarlas… Otro abrazo 🙂
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Eso!
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Me da a mí que tú sabes apreciar esas pequeñas cosas 😉
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Afortunado él y también tú, Luna, que hilaste una excelente historia con ese título y el inicio sugerido.¡Me gustó mucho! ¡Bien por él, embarcado en su sueño! Que la salud lo acompañe.
¡Un abrazo grande!
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¡Muchas gracias! Ese comienzo se prestaba a derramar sangre, pero conseguí controlarme y tirar por otros derroteros, je, je.
Un abrazo 🙂
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¡Ja,ja,ja!
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La palabra «jubilación» viene de júbilo. Los jubilados siempre que gocemos de salud somos unos afortunados, y… si disfrutamos de un buen Ribeiro y un exquisito jamón de bellota calentando la espalda con leña de carballo (roble) ¿qué más podemos pedir?
Excelente, Luna.
Besiños palmeiráns.
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Huy, nunca había visto relación entre jubilación y júbilo, aunque ahora que lo dices tiene sentido 🙂
También he aprendido que carballo es roble, me gusta.
El queso, podéis pedir también el queso, ja, ja.
Muchas gracias, Magdalena. Un besazo
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Hay que ver lo bien que se te dan estos retos. Un hombre afortunado portando un hacha, desde luego no es fácil … Saludos.
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Muchas gracias, Raúl. Creo que a todos nos viene más o menos lo mismo a la cabeza con esa frase de inicio y quería darle otro aire 🙂
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Un micro muy bien buscado para el reto.
Besazo, Luna
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¡Gracias! Tú también has visto la sangre en ese comienzo, ¿a que sí? 😉
Más besotes 🙂
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¿Sangreee? ¿Dóndeee?
jajajajaja
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Muy bueno, Luna👏👏
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¡Muchas gracias! 🙂
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La felicidad de las pequeñas cosas. ¡Me ha encantado! Si es que a veces hace falta muy poco para ser feliz, ¿o sera que yo la felicidad la llevo dentro? 😉
Un beso
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La llevas, la llevas 😉
No se necesita mucho y saber apreciarlo es un don.
¡Muchas gracias! Un besote
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Hola Lunapaniagua, que envidia, tienes toda la razón del mundo, y redundo, lo envidio con todas mi fuerzas. Jubilado, con buena salud, una lumbre y exquisitos fiambres. ¿Qué más se puede pedir?
Texto cortito, pero para qué más, no hace falta. Lo breve, si es bueno, es dos veces bueno 🙂
Un saludo.
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¡Muchas gracias! Puede parecer poco ambicioso, pero a mí poder disfrutar así de la jubilación me parece una gran ambición (algún viajecito también, ¿eh?)
Un saludito 🙂
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Buenas, Lunapaniagua.
Un relato corto pero que dice mucho. Un hombre afortunado que no necesita más que lo que tiene, muchos deberían de aprender de él.
Un saludo.
IreneR
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Muchas gracias, Irene. Cuanto menos necesitas, más fácil lograrlo. Creo 🙂
Saluditos
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Me ha gustado. Corto y afilado.
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Me alegra que te haya gustado 🙂 ¡Muchas gracias!
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Aquí el que no corre, vuela… Venía dispuesta a basar mi comentario en torno de la jubilación, derivada de júbilo, y ya Magdalena se me adelantó.
Jamón y queso… Mis manjares preferidos junto con un huevo frito. Regados con un buen tintorro de cosecha propia, sería el no va más.
Bonito relato: sencillo, real, humano… Y sí creo que la jubilación viene de júbilo.
Felices sueños.
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¡Muchas gracias! En mi casa somos muy queseros también.
Mi padre siempre tenía una pata de jamón en casa y cuando iba a verle o venía él no faltaba el paquetito de jamón recién cortado. Mi hija mayor, cuando le preguntaba si quería jamón decía: Aititana? (¿el del abuelo?), si no era ese no quería.
Y el tinto… entre embarazos y dar pecho lo tengo muy olvidad :(, pero es el único vino que bebía.
Nosotras sí que sabemos, ¿eh? 😉
Besazos
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Se me olvidaba el chorizo frito junto con el huevo. Con patatas, todavía mejor.
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Bueno, bueno, esto va subiendo de nivel, ja, ja.
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Luna:
Es un cuento simple, pero buen reflejo de la satisfacción que se siente al llegar al retiro sin angustias (lo digo por experiencia propia).
No me gusta mucho el “rellenada”.
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Hola, Carlos, entonces tú también eres un hombre afortunado 🙂
Muchas gracias por la visita, el comentario y la observación.
¡Buen día!
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Sin lugar a dudas que ya has superado a varios. Me gustó mucho tu cuento.
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En las cosas más sencillas puede estar la felicidad… ¡Muchas gracias!
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