Adviento Literup 2018

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Las chicas de Literup organizaron una competición navideña de microrrelatos. Consistía en escribir uno al día, del 1 al 25 de diciembre, incluyendo la palabra indicada en el calendario y con el número de caracteres limitado. Me animé a participar en Twitter y he reunido aquí todas mis participaciones:

1. Siempre dije que reconocería su sonrisa en cualquier sitio, y lo hice a pesar de la oscuridad de aquel portal y de que le faltaran la mayoría de los dientes. Le pedí que viniera conmigo. Me miró y sus ojos no eran los mismos. No me reconoció.

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2. En contra de lo que me aconsejaban dejé partir mi último tren. Gracias a eso descubrí que hay autobuses muy cómodos.

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3. Abrazó y besó a sus hijos. Les dijo cuánto los quería y echaría de menos mientras estuvieran en el campamento. Una vez salieron de casa, se asomó a la ventana y les tiró besos invisibles hasta que los perdió de vista. Entonces, fue dando brincos hasta el sofá y se tumbó mientras murmuraba: «Qué paz, por dios».

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4.—¿Quién eres en esta foto, mamá?

—La de la camiseta blanca y los pantalones azules de campana.

—¡Hala! Qué joven y qué guapa. No pareces tú.

—…

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5. Yo llevaría una bufanda amarilla y él un libro; así nos conoceríamos. Cuando lo vi, con Una habitación propia contra el pecho, supe que esa relación podía tener futuro.

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6. Era su primera Navidad tras huir de Sierra Leona. Sonriendo y con los ojos brillantes miraba con atención el catálogo; no solo tenía una familia, ropa, techo y comida, sino que además iba a recibir regalos. Pasó otra página y su semblante se oscureció. No se dio cuenta de que las manos le temblaban; solo podía preguntarse cómo era posible que un arma fuera un juguete.

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7. No sé por qué dicen que es muy difícil hallar al amor de tu vida. Yo ya lo he encontrado siete veces.

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8. Estoy hasta el gorro de las Navidades y su consumismo. Llévatelo todo: el árbol, el belén, el espumillón… ¡Eh, eh! ¿Dónde vas con eso? ¡Los polvorones déjalos aquí!

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9. Lo último que Ane esperaba esa noche al salir a correr era encontrarse a un niño en un claro del bosque. Le preguntó por su familia y él señaló el cielo. Sintió tanta pena que lo llevó a su casa, lo sentó en el sofá con una manta y le dio de cenar. Mientras hacía palomitas comenzó a plantearse el adoptarlo, siempre había pensado en esa opción y el pequeño estaba solo. Pero al volver al salón había desaparecido.

La nave espacial llevaba diez minutos en el claro cuando el niño apareció. Subió y recibió un abrazo de alivio y de inmediato el castigo de sus padres por su impuntualidad: no volverían a dejarlo jugar solo en la Tierra.

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10. —Mariana, cielo, ¡bésame! No puedes negarte, estás bajo el muérdago.

—Pepe, soy tu suegra, lo que me has puesto en la cabeza es un geranio y tú hoy ya no bebes más vino. Si ya sabía yo que la niña se tenía que haber casado con el Antonio…

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11. Te conocí bajo el sol ardiente del verano, te amé entre la armonía de colores del otoño, me helaste el corazón con la nieve del invierno y… la primavera se va y aún no he vuelto a florecer.

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12. Quiso ver amanecer por última vez y lo llevé en brazos hasta la orilla del mar. Con las primeras luces del día lo perdí y en mi mundo no volvió a salir el sol.

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13. Ayer vi a María. Nos unió una fuerte amistad infantil y diferentes carreras nos separaron. Es ingeniera, vive en Madrid y tiene dos hijas. Y canas, arrugas y bolsas bajo los ojos. Está mayor, y me hizo darme cuenta de algo horrible: ¡yo también lo estoy!

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14. Mi exnovio es mago. Y muy bueno: al más puro estilo Houdini desapareció con la televisión, la cámara que compramos en Andorra, mis discos de Sabina y nuestros ahorros.

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15.—Con mi arma defensiva destruida, nada me protegía de la implacable ventisca; mas aun aterida y exhausta, continué avanzando hasta arribar al refugio.

—Vamos, que llegaste a casa cansada, mojada y con el paraguas roto.

—Exacto.

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16. Todos muy correctos proclamando que el uso de la fuerza nunca está justificado, hasta que se os atasca el KitKat en la máquina expendedora.

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17. «Es un glotón», decían. «Un día revienta y la explosión se oye en todo el mundo», reían, sin importarles que siempre estuviera triste. Ignoraban que también tragaba todas las penas y los malos sentimientos y que, gracias a él, ellos podían reír.

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18. Me encanta verle con los ojos como platos y la boca abierta mientras mira el número, y cómo grita y sonríe cuando el mago pasa la moneda de un lado a otro de la mesa. Aunque tal vez… ¿debería preocuparme de que con 20 años aún crea en la magia?

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19. No puedo dormir. Aburrida de dar vueltas en la cama, me levanto. No intento dejar de llorar; lo echo tanto de menos… Voy la cocina. Miro por la ventana. Bebo un vaso de agua. Abro el frigorífico: un yogur y una zanahoria; tan desolado como mi corazón.

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20. Mala suerte es que te cague una paloma. Lo tuyo es ineptitud.

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21. Los jefes me han tratado muy bien desde que llegué de mi país y comencé a trabajar para ellos; incluso pasamos juntos las Navidades. Pero este año me han dado el mejor de los aguinaldos: han pagado los billetes para mi mujer y mi hijo.

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22. Nos juramos que nuestro amor era sagrado. Prometiste que tus manos solo dibujarían mi cuerpo y tus labios solo acariciarían los míos. Me mentiste. No te daré la oportunidad de volver a hacerlo. Para mí, ahora lo sagrado soy yo.

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23. Lasituación es grave. Papá Noel esconde la cara entre las manos y mamá Noel pasea de un lado a otro. Malditos adultos, siempre lo estropean todo con su «realidad», ajenos a que, cada vez que un niño deja de mandar carta, muere un elfo.

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24. Melchor:

—Sí.

Gaspar:

—Sí.

Baltasar:

—Sí.

Papá Noel:

—Sí.

Olentzero:

—Sí.

Santa:

—Sí.

—Aprobado por unanimidad: no más regalos para los adultos hasta que se porten bien. Importante: dieta astringente para Tió de Nadal.

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25. Por la presente comunico que no voy a probar más turrones, polvorones, almendrados o similares hasta Nochevieja. Mi decisión es firme.

Bueno, quizás un cachito luego, después de cenar. Muy pequeñito…

27 comentarios en “Adviento Literup 2018

    • Luna Paniagua dijo:

      Claro, no hay que mezclar, los polvorones son para todo el año, porque para cuando terminamos los de unas navidades ya nos están vendiendo los de las siguientes. La realidad es la que es, je, je.
      Muchas gracias y un abrazo 🙂

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  1. whatgoesaround dijo:

    —»¡Hala! Qué joven y qué guapa. No pareces tú»… esa conversación es muy frecuente y real como la vida misma…
    —El KitKat y la no violencia… muy bueno.
    —El niño de Sierra Leone y los juguetes… sin duda es el más potente y de más calado. Muy bien.
    —Me ha hecho muchísima gracia la que encuentra siete veces el amor de su vida.
    Mucho curro, mucha variedad. Algunos son muy ingeniosos.

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    • Luna Paniagua dijo:

      Muchas gracias, Carmen. La verdad es que yo misma me sorprendí al juntarlos todos de la variedad que hay.
      Siempre que escribo algo para niños le pido que lo lea, le gusta mucho. Al principio le daba apuro decirme los fallos, pero la convencí de que me hacía un favor y ahora lo hace encantada.
      Besazos

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  2. magdalena dijo:

    Querida Luna:
    Acabo de ver ahora tu entrada y me ha parecido de lo más original. ¡ Dios mío! cuánto trabaja esa cabecita de pelo ensortijado.
    Mañana te diré algo, ahora estoy con el tiempo cronometrado y quiero leerlo todo con calma, algo así, es para degustarlo sosegadamente.
    Hasta mañana, querida Uxue.
    Besiños palmeiráns.

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