Menú del día

micro pobreza

MENÚ DEL DÍA

Cada día salgo de casa a la una del mediodía. Recorro la ciudad, contenedor tras contenedor. Al caer la noche vuelvo a mi hogar. Mi mujer y mi hijo me aguardan, expectantes por saber qué hay de cena. Si ha habido suerte, sobrará para la comida del día siguiente.

Miro a mi niño mientras devora unos trozos de filete y lo que se ha podido salvar de una pera pasada. Me pregunto qué pensará dentro de un tiempo, cuando se dé cuenta de que lo que come no son las sobras del restaurante en el que aún cree que trabajo. 

39 comentarios en “Menú del día

  1. magdalena dijo:

    Yo que venía para contestarte a la entrada anterior, me encuentro ya con un nuevo «menú». Esta minuta también se me ha atragantado igual que al anterior comentarista. Nos haces ver todo tan real que nos dejas el corazón encogido. Muy bueno, Luna. No sé como te las apañas para elucubrar tan perfectamente y con tanta rapidez, tantas historias y tan buenas.
    Aprovecho también para decirte que la anterior entrada, escrita con tal eficiencia, después de haberla degustado con deleite y estar un buen rato abismada en su lectura, me pareció un pecado no compartirla con alguien. Llamé a J.M. y los dos participamos de tu obra con mucha devoción. Creo que no es necesario insistir en lo obvio. Simplemente decirte que FELICIDADES y que continúes entreteniéndonos así por mucho tiempo.
    Besiños palmeiráns.

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    • Luna Paniagua dijo:

      En realidad llevo unas semanas que no tengo apenas tiempo, pero me da pena abandonar el blog y estoy tirando de rentas… Este microrrelato lo presenté a un concurso sobre pobreza (no gané nada).
      Qué ilusión que compartas mis escritos. 😊
      Muchísimas gracias, Magdalena, y un abrazo enorme

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  2. carlos dijo:

    Impresionante testimonio el que hoy presentas, más común de lo que suponemos y no es que el alimento sea escaso, es una trampa imprescindible para la marcha económica neoliberal: Señalar a los agraciados que pertenecen a la élite de los elegidos por la fortuna. Para generar suficiente miedo en los demás y la necesidad de consumo en general para despertar envidia a base de representar cierto valor social. Esta es la manera de habitar que hemos autorizado entre todos. Un besazo.

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  3. Raúl dijo:

    En lo más álgido de la crisis salieron noticias con relatos como éste, personas que siempre habían tenido trabajo y medios suficientes para vivir y que, de repente, se quedaron en la miseria, recogiendo comida de la basura. Lo has clavado, Luna, un relato triste e incómodo, pero también muy real. Un abrazo.

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  4. Estrella RF dijo:

    El largo brazo de la crisis, que ha aumentado considerablemente la miseria… Pienso en esa gente que no tiene ni para comer y me rebelo contra la injusticia de que unos tengan tanto que no lo gastarían ni en mil vidas que vivieran y otros no tienen ni para un día. Algo está podrido, muy podrido.
    Un abrazo, Luna.

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  5. macalder02 dijo:

    Vivo en Venezuela y has descrito una realidad cruel que se vive en la actualidad. En una avenida donde hay varios restaurante, a las 4 de la tarde se ven a niños esperando que saquen la basura para ver que rescatan de comida. Desde ayer, 8, se fue la electricidad en casi todo el país y han fallecido un número indeterminado en los hospitales que estaban listo para operaciones. Tu historia cala hasta los huesos.

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