El último día de vacaciones lloré un montón. Se acababan los días de baños en el mar, castillos de arena y helados en la merienda. Ya no podría dormir lo que quisiera ni estar en la calle hasta el anochecer.
A la mañana siguiente no podía moverme de la cama. Remoloneé todo lo que pude, aguantando el zarandeo y los gritos cada vez más altos de que fuera ya a la cocina. Pero, al final, tuve que levantarme a ponerle el desayuno a la ansiosa de mi hija.
A veces la maternopaternidad es una tarea imposible e incomprendida que debemos desarrollar toda la vida durante extenuantes jornadas y a cambio de mínimas muestras de afecto. ¡Anda y vete con tu abuela a que te aguante! Jajaja, Un besazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pero tiene su parte adictiva, porque cuando no están, incomprensiblemente… ¡se echan de menos! Je, je.
Un besote, Carlos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Leñe, pues también es verdad!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Buenísimo final, querida Luna. Ja,ja,ja. Tienes una habilidad pasmosa para discurrir esos desenlaces imprevistos e inimaginables que dejas al lector atónito.
Gracias por entretenernos de un modo tan lúdico.
Besiños palmeiráns.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muchas gracias a ti, Magdalena, siempre me alegra verte por aquí, y además diciéndome cosas tan bonitas. ❤
Un abrazo enorme
Me gustaMe gusta
De acuerdo con Carlos.
No me extraña que a la madre no le apeteciera levantarse.
Siempre me sorprendes al final 🙂
Besos!!
Me gustaLe gusta a 2 personas
Je, je, es que esto de los horarios es muy duro. Aunque la verdad, en mi caso ea al revés, yo soy la ansiosa que quiere que desayunen ya, ja, ja.
Gracias, un besote y buen fin de semana
Me gustaMe gusta
Hale, que no es nada, ya están aquí las vacaciones de semana santa, Toda la santa semana, lavando y planchando ropa para que la niña se ponga guapa. Y además que toca triple compra porque cierran el super. Total mujer para una vez que podemos ir a la playa, pues si pero son tres cajas de leche, seis garrafas de agua y seis kilos de patatas y diez de naranjas para subir a casa. ¡Hale, hale que no es nada!
Por cierto el paquete de seis kilos de Colacao está de oferta en Carrefour y en lugar de regalo trae un kilo de más grátis. Un besazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Hala! Ya me has estresado, ja, ja. A nosotros hoy nos toca correr a la mañana (no sé si por ahí se oye de la Korrika, pero al mediodía pasa por el pueblo) y a la tarde payasos. Y luego ya a por el Colacao.
Un besote 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
Si es que hay cosas para las que siempre seremos niños… Buen giro, Luna 🙂
Felices vacaciones (si las tienes) 😊
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hasta el miércoles no me toca…
¡Gracias! 😊
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jaja… Buenísimo el giro final. A las madres nos cuesta más que a los niños la vuelta al cole. Un beso
Me gustaLe gusta a 1 persona
Entonces no es solo a mí, menos mal. 😁
Muchas gracias, Mayte. Un besote
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy bueno, Luna!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Gracias! 😊
Me gustaLe gusta a 1 persona
🤣😂🤣😂 muy bueno. Acabamos de encontrar tu blog y nos encanta 😍
Me gustaLe gusta a 1 persona
Oh, muchas gracias. 😊
¡Bienvenidos!
Me gustaMe gusta
👍
Me gustaLe gusta a 1 persona
😊
Me gustaMe gusta
Espero que hayas pasado unas buenas vacaciones de Semana Santa, Luna. Tus pequeños relatos son siempre sorprendentes. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues tenías razón, ahí estabas, entre spam de verdad. Las vacaciones muy bien, hoy hemos vuelto, aquí también era fiesta ayer, mi marido tiene hasta el viernes y los niños hasta el próximo lunes. Y yo con mi tablet en la mochila trabajo desde donde haga falta, así que hemos aprovechado.
Muchas gracias, Raúl. Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona