
Imagen de Jose Antonio Alba en Pixabay
No puedo dejar de sonreír y saltar: ¡nos vamos de vacaciones! He estado nerviosa desde que me lo contaron y hoy aún más, porque ¡por fin ha llegado el día! La verdad es que parece que soy yo la única de la familia que está contenta; supongo que será porque también soy la única que nunca ha salido de la ciudad. Cuando solo estaba mi hermana Sara viajaban por los menos dos veces al año, y antes de nacer ella lo hacían mis padres solos. Y ahora nos vamos los cuatro, ¡qué emoción!
Mamá ha preparado una mochila para cada uno, y una maleta con ruedas para papá y otra para ella. Como no tenemos coche y por aquí ya no pasan autobuses, debemos ir andando. No sé cuánto tiempo ni hasta dónde; no me lo quieren decir, ¡es una sorpresa! Llevo a Mufli, mi conejita de tela, en brazos. Canto, salto, y corro alrededor de mi familia. Sara no quiere jugar conmigo; últimamente se cree muy mayor y hace todo como los adultos, qué aburrida. Papá me grita todo el rato que ande normal o me cansaré el doble.
Debí haberle hecho caso.
No sé cuánto tiempo llevamos de vacaciones. De día andamos y de noche dormimos en el suelo, los cuatro muy juntos. Se nos ha terminado la comida que llevábamos en las mochilas. Me cuesta mover las piernas. A ratos papá o mamá me llevan en brazos, pero también tengo que ir a pie. No dejo de preguntar cuánto falta para llegar.
¡Hemos llegado! Es un camping, hay muchas tiendas y familias. También hay una carpa grande donde mamá y papá dan nuestros nombres, y otra donde recogemos comida y agua. ¡Qué bien! Ha merecido la pena andar tanto. Hay muchos niños y enseguida hago amigos. Creo que a Sara también le gusta porque vuelve a jugar conmigo.
Qué pena, nos vamos de aquí. Pregunto si es porque ya han terminado las vacaciones y me dicen que no, que vamos a otro sitio más bonito, donde vamos a estar mucho mejor. La verdad es que no me apetece andar tanto otra vez. Me animo al escuchar que allí también habrá niños.
Creo que hemos tenido que andar más aún que para llegar al camping. Esta ciudad es enorme, con edificios muy altos, ¡todos enteros! Mamá y papá sonríen, se ve que ellos también tenían muchas ganas de llegar aquí. Empezamos a ir de un sitio a otro. No dejo de mirar alrededor, muevo la cabeza tan rápido que a veces me mareo un poco. Hay mucho ruido, muchos colores, mucha gente y mucho movimiento. De repente me doy cuenta de que mamá y papá lloran, ¿qué pasará? Dicen algo de que no nos dejan entrar. Dormimos en la calle, al lado de unas escaleras de piedra; Sara y yo entre mamá y papá. Aprieto fuerte a Mufli. La gente que pasa nos mira con mala cara y se cambia de acera. Ya no me gusta este lugar, prefiero nuestra ciudad: allí las casas están rotas, pero se puede entrar dentro.
¡Hemos vuelto al camping! Algunos de mis amigos siguen aquí, otros se han ido y también hay nuevos.
Hace unos días hubo explosiones. Yo creía que eso solo pasaba en casa. Una parte del camping se rompió. No hemos visto de nuevo a papá y a mamá, ¿habrán vuelto a nuestra ciudad? No me gusta estar de vacaciones sin ellos. Ahora Sara me cuida; aunque es un poco mandona se porta muy bien conmigo.
No quiero estar aquí. Sara me deja sola todas las noches y cuando vuelve no habla. A veces llora y me abraza. Otras se tumba separada de mí y si me acerco me aparta de un empujón.
Sara se ha ido. No puedo creer que ella también se haya marchado sin mí. ¿Estará en nuestra casa con mamá y papá? Yo también quiero ir con ellos, y pedirles por favor que no volvamos a irnos de vacaciones. En cuanto se vaya la nieve echaré a andar; no puede ser difícil llegar a casa, igual que para venir pero al revés.
Hace días que no he comido nada. No puedo salir de la tienda. La última vez se me mojó la ropa y aún no se me ha secado; he pasado mucho frío. Pero ya no tengo frío. Ni hambre. Solo tengo mucho sueño. Abrazo a Mufli y me tumbo. Solo quiero dormir. Solo… dormir…
Con este relato participo en el concurso de Zenda #historiasdeviajes.
Muy buen relato. Suerte!
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¡Muchas gracias, Aitana! 😊
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Pues seguro que tendrás suerte y si tu reseña la hace Yolanda Guerrero en Zenda, será una maravilla!!
Muchísima suerte Luna!!
Un abrazo⚘
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¡Muchas gracias! Un fuerte abrazo. 🤗
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¡Qué buen sabor de boca para comenzar el finde! Ahora mismo me vuelvo a la cama con una buena taza de Prozac…
Lo sentimos por Mufli, pero buen relato. Aunque he detectado un ‘últimamente’ por ahí, que no se entere Mr. King.
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Ains, seguro que alguna cervecita te quitó el mal sabor. 😁
Que conste que yo no tengo nada en contra de los -mente, siempre y cuando no se amontonen. Eso sí, creo que siempre que escribo uno me acuerdo de ti. 😂
¡Gracias!
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Quita, quita, lo único más amargo que esta historia es la cerveza y no es cuestión de buscar la muerte por saturación.
Yo me acuerdo de Mr. King. Sí, de ti también, pero sobre todo de Mr. King.
No sé cuánto más podré soportar acordarme de Mr. King. Me puede, me puede…
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Ains, ¡un granizado! O unos cubatas para olvidarte de King (y de todo 🙈)
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Leyendo tu relato me he acordado de «La vida es bella» y de «La pequeña cerillera». Ahora tengo un nudo en alguna parte del cuerpo que me va a costar deshacer.
Pero igualmente, muy buen relato.
Saluditos Luna!
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Vaya, yo también pensé en «La vida es bella» y que te la haya recordado me hace mucha ilusión. Es una de mis películas preferidas, me impresionó mucho.
«La vendedora de fósforos» le decimos por aquí. Aún recuerdo el shock que me llevé cuando entendí de verdad cómo termina ese cuento, y no te lo vas a creer, pero fue leyéndoselo a mi hija mayor.
¡Muchas gracias, Little!
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Jaja! creo que si te creeré porque ya me lo habías dicho. ¿Recuerdas aquellos tankas con los cuentos infantiles?
Gracias a ti Luna.
Saluditos. 😉
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¡Sí! ¡Los recuerdo! Ya me gustaba intentar adivinar. 😁
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Que tiempos aquellos! 😛
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Qué pena, que rabia y que impotencia de tanta injusticia como se ve.
Tu relato merece ganar.
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Muchas gracias. Da mucha rabia, y parece que nos hemos acostumbrados y ya no es noticia, cuando muchísima gente sigue sufriendo. Me angustia mucho pensar en los niños. Y en todos los que lo sufren y ni nos enteramos.
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Sí, así es, la insensibilidad ión de la sociedad.
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Wuau…
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😊
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Me ha gustado mucho! Suerte!
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¡Muchas gracias, Andrea!
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Muy bueno, Luna. Mucha suerte, un abrazo.
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¡Muchas gracias, Francisco! Otro abrazo. 🙂
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¡Qué pena me ha dado! Sí que recuerda un poco a » La vida es bella» por eso de que la niña no sabe dónde va.
El relato es duro pero también muy tierno
Suerte y que ganes, Luna
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Y qué ilusión que os la recuerde, porque sí que quería darle parte de la esencia de la película. 🙂
¡Muchas gracias! Un besote.
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Ay, qué mal cuerpo se me ha quedado, Luna. Has transmitido mucho con este relato. Un beso y mucha suerte
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¡Me alegro! De haber transmitido, no de haberte dejado mal cuerpo…
Muchas gracias, Mayte. Un besote
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Muy bello, y tierno, y desolador, y verdadero. Me ha emocionado hasta el tuétano. Además, opino que está muy bien escrito. Gracias y mucha suerte en el concurso.
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Muchísimas gracias a ti por tus palabras. Me alegra mucho leer que transmite, la verdad que es difícil no hacerlo con estos temas y más aún con niños por medio. A mí me angustia solo pensarlo…
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Ya veo que no soy el único que se ha acordado de La vida es bella. Igual de dura, bonita e intensa que tu relato. Malditas guerras.
Enhorabuena y suerte. Un abrazo, Luna.
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Malditas guerras, sí, y maldito mundo mal repartido. Malditos nosotros. 😦
Muchas gracias, te lo digo lo mismo, que me hace mucha ilusión que el relato os haya traído la película a la mente, porque yo la tenía y eso significa que he transmitido, por lo menos en parte, lo que quería.
Un abrazo
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Es un bello y tierno relato; aunque también muy triste -«dos que respigan as carnes», que diríamos en Galicia- y, por desgracia, de plena actualidad. Me ha dejado tocada el alma.
Merece ser ganadora.
Un fuerte abrazo.
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Cómo me gusta que me pongas cosas en gallego. 🙂
Mil gracias por tus palabras y por pasarte, esta vez el ordenador nuevo se ha portado bien, je, je.
Un abrazo enorme
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👏🏻👏🏻👏🏻👌🏼
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¡Muchas gracias! 🙂
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Se me ha encogido el corazón con tu relato, qué triste. No puedo soportar que los niños lo pasen mal. Es un relato muy bonito, Luna, de los que te llegan muy dentro. Espero que tengas suerte en el concurso. Un abrazo.
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A mí también me angustia mucho más ver a los niños. Además de que nunca es su culpa, siempre es consecuencia de los actos de los adultos.
Muchas gracias, Raúl. Espero que hoy tengáis mejor temperatura. Por aquí la ola de calor de momento es lluvia. Cosas de la climatología vasca. 🤷♀️
Un abrazo
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«La guerra es el fruto de la debilidad y necedad de los pueblos».
Acabo de leerte, Luna, y debo decirte que si no ganas con este relato, no me cabe otra que pensar que Zenda está en la inopia.
No me quedan palabras de elogio, querida Uxue. Felicidades y suerte. Bueno, lo de «suerte» sobra, solamente deseo que el jurado sea justo y equitativo.
Besiños palmeiráns.
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Pues no ha habido suerte esta vez tampoco.
Muchas gracias por tus palabras, Magdalena, me alegra mucho que te haya gustado.
Un abrazo enorme
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Es un relato magnífico Luna, duro y ceñido a la realidad que sufren tantos niños. Un besazo.
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Sí, es lamentable y angustioso lo que sufren. Y muy injusto.
Muchas gracias, Carlos. Un besote
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Es buenísimo, Luna, lo siento de veras. Hay gente que está en babia.
Besiños palmeiráns.
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Si tú fueras jurado siempre ganaba. 😉
Muchas gracias. Besazos
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La realidad y como la ven las niños es fascinante. Un relato muy tierno y muy verosimil . Un abrazo.
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¡Y a veces también desconcertante! Muchas gracias. Un abrazo
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Recién acabé tu relato y me encantó. La migración, decía Stefan Zweig en referencia al siglo pasado, es la epidemia espiritual de nuestro siglo. Si viera en lo que nos hemos convertido. Es un tema duro, lastimoso y aún así lograste darle un lado tierno. ¡Felicidades y muchas suerte con tu relato!
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Muchas gracias. Es horrible que haya quien tenga que migrar, y mucho más aún que encuentren rechazo. Y las situaciones por las que pasan tantos niños… no hay palabras.
Bienvenido y gracias otra vez. 🙂
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Que buen relato! Consigues llevar de la mano al lector por aquellos recovecos de la humanidad por los que muchos no quieren pararse ni pensar, y menos aún actuar. Gran manera de hacer reflexionar. Muchas felicidades. Espero que realmente te vaya muy bien en el concurso. Un saludo!
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Me alegra que mi relato te haya transmitido.
En el concurso no ha habido suerte, mucha y buena competencia. Habrá que seguir intentándolo.
Muchas gracias y bienvenida a mi rinconcito. 🙂
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Un placer leerte por estos lugares de la red!
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Precioso relato. Por cierto, espero que estés pasando unas buenas vacaciones ; )
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¡Muchas gracias! ¡Igualmente!
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mucha suerte,saludos
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Ya salió el fallo y no la tuve, pero ¡muchas gracias!
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Todo encaja a las mil maravillas para desarrollar un relato ganador. No se los resultados pero resultó una lectura por demás interesante. Final triste pero el mundo está así ahora mismo. Lo cierto de todo es que uno disfruta leyendo tu blog y es inacabable tu inspiración. Saludos.
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El resultado fue que no gané… pero me alegro mucho de que te haya gustado y me animan, también mucho, tus palabras. ¡Muchas gracias!
Un abrazo
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