Grita que ojalá me parta un rayo y se encierra en su habitación. Se pensará que por eso voy a permitirle ir a la fiesta. Que van todas sus amigas. Ya…
Me coloco las gafas de cerca e intento continuar con mi lectura. No consigo concentrarme; percibo el olor del pasado: tardes en los recreativos, bancos del parque aun en invierno, risas inocentes, miradas vergonzosas, ilusiones y sueños. Sin pensarlo subo a decirle a la niña que puede salir; pero ni una gota de alcohol, si me entero castigada hasta los dieciocho. No vaya a pensar que soy una blanda.
Microrrelato para el reto Escribir jugando de noviembredel blog de Lídia. Requisitos:
- Crea un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándote en la carta.
- En tu creación debe aparecer el objeto del dado: un rayo.
Reto opcional: que la historia contenga la palabra: lectura.
Luna Paniagua 
Si es que los papás y mamás somos así de duros.
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Pero un momento de debilidad y se nos suben a la chepa, je, je. ¡Gracias por pasar, Paco!
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Duros como el hielo, pero por poco rato. Esa es una escena que se da en todas las casas de la vecindad. Un besazo.
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Todo fachada somos, nos hacemos los duros para mantener la reputación, je, je. Gracias, Carlos.
¡Un besote!
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Claro, ni una gota de kalimotxo va a probar… Y de madrugada dirá que vomita porque le ha sentado mal la cena. ¡No cedas!
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La hamburguesa. Que no, que no, los míos no, eso los hijos de los demás…
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A mí de jovenzuelo siempre me echaban algo en la bebida.
Concretamente era la propia bebida, pero nadie parecía captarlo del todo…
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¡Ja, ja!
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Que difícil trabajo éste de ser padres!!! Ánimo! Se equivocarán, como más de uno de nosotros, y seremos malos padres por un tiempo también, pero se darán cuenta de los errores y que actuamos por su bien, siempre!!
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Yo me equivoco todos los días, pero me quieren y me lo perdonan todo, je, je. Yo creo que hay que seguir nuestra intuición y ponernos en su lugar, pero claro, de la teoría a la práctica hay un trecho. Eso sí, estoy encantadísima con mis monstruitos dan guerra pero saben compensarlo.
¡Muchas gracias por pasar!
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¡Ya estoy aquí! Y tengo que reconocer que me has hecho reír, por imaginarme esa situación contigo como protagonista jajaja Es una escena no muy alejada de la realidad y seguro que algo similar te pasará en un futuro cercano (me temo jeje).
Muchas gracias por participar en el reto con un micro tan divertido, Luna.
Besote y buenas noches 😀 ❤
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Me faltan las gafas de cerca. De momento, je, je. La verdad es que en cuanto a salir soy bastante permisiva (de momento también, ja, ja), no quiero que mis miedos o inseguridades le impidan disfrutar. O que me oculte las cosas para que no me enfade porque ha ido a no sé dónde.
Pero bueno, aún queda…
Muchas gracias a ti, Lídia, y un besote. 🙂
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Es bueno tener memoria para comprender a los adolescentes.
Buen y cercano relato!
Besos
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¿A ti qué tal se te da? Yo estoy empezando…
Muchas gracias, ¡un besote!
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Bufffff, tengo que hacer el esfuerzo de recordar para no cometer algún crimen. Pero los míos ya casi están dejando esa etapa atrás. Están en los veinte, lo peor pasó.
Ánimo, seguro que son muy majetes, como la madre 🙂
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Pues sí, son muy majetes, je, je. ¡Gracias! Ánimo y un besote. 😉
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¡Qué buen micro, Luna! Te sentí, hasta vi la expresión de tu rostro mientras los recuerdos te ablandaban… El tiempo vuela, cuando ni te imagines estarás viviendo una situación similar.
¡Abrazos!
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¿Yoooooo? Qué dices, si soy una Rotenmeyer, ja, ja. No creas, que la mayor ya es un poco pingo, es lo que tienen los pueblos, que tienen libertad antes. Y bueno, así tiene que ser, ¿no? Que vayan echando a volar según se van sintiendo seguros.
Muchas gracias, Sari. ¡Un abrazo!
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Me sigue admirando tu capacidad para enlazar los elementos del reto y crear una historia de peso. Enhorabuena, Luna!
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Pues he tenido que recortar unas cuantas palabras. Al principio duele y al final también pero menos, y me quedo con la sensación de que queda cojo. Así que muchas gracias por tus palabras. 🙂
¡Un abrazo!
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Ay, esa dualidad tan típica que vivimos los padres!! A mí me pasa constantemente. Un beso, Luna
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¡El corazón y la mente siempre en guerra! Qué difícil es el equilibrio…
Un besote. 🙂
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Me pasa como a El Capitán Carallo. No sé cómo lo haces, y además que quede divertido y creíble. Abrazos.
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Le comentaba a él también, que tengo recortar palabras y me parece que le falta algo al microrrelato. Supongo que al no haberlo leído «entero» no os lo parece y eso me alegra. 🙂
¡Muchas gracias!
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Que gracioso el relato! es que eso de ser padres… porque pasamos por esos años es que luego nos hacemos los duros!
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Nos hacemos, pero en el fondo… no lo somos tanto, je, je.
¡Muchas gracias!
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Caray Luna, no dejas de sorprenderme y también a los compañeros del vecindario.
Sigues manteniendo mi atención cuando te leo, hoy he retrocedido en mi vida y he sonreído.
Un fuerte abrazo y feliz semana. 🌹
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Está claro que hay cosas que son iguales en todas las familias, je, je. Adolescencia, complicada cuando la pasas y cuando la pasan tus hijos, ¿no?
Muchas gracias por tus siempre tan amables palabras, Yvonne, las agradezco y me animan mucho.
¡Un fuerte abrazo!
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😘🙋🏼♀️💝🌹
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