Reseña: ¡Héctor, Víctor no, Héctor!

Título: ¡Héctor, Víctor no, Héctor!

Autora: Judith Galán

Editorial: autopublicado

Fecha publicación: agosto de 2017

Número páginas: 355

Edición: digital

Género: romántica

Judith Galán: bajo este pseudónimo se esconde una sabadellense de cuarenta y siete
años. Casada, con dos hijos y un trabajo que le ocupa muchas horas del día, Judith dedica su escaso tiempo libre a estrujar al máximo la pulpa de su imaginación para crear historias emotivas, divertidas y sorprendentes. Autopublicó su primera novela, Calcetines rotos, en febrero de 2017, y alcanzó el número uno en ventas en tan solo un mes. Después de su primera experiencia, repitió con ¡Héctor, Víctor no, Héctor! (agosto 2017) y Todo tuyo (septiembre 2018). Ser escritora nunca fue su sueño, pero ahora es incapaz de soñar si no es escribiendo.

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Sinopsis:

Héctor, dos años después de su divorcio, cree estar viviendo una vida perfecta: abogado de éxito, apartamento de lujo, fiestas nocturnas, whisky y sexo, mucho sexo…
Naira, despistada e incapaz de recordar los nombres, está pasando por un momento algo complicado, pero el amor de su marido y su profesión como periodista colman su vida de felicidad.

¿Puede una historia de amor empezar sin un flechazo? ¿Y si cambiamos el orden de la fórmula amor-matrimonio-hijos? ¿Conseguirá Naira recordar el nombre de Héctor? ¿Conseguirá Héctor volver a ser el muchacho humilde que era antes de su divorcio?
Dos años de castigo y un hermoso pueblo son las claves de esta divertida e insólita historia de amor.

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Héctor sube en el ascensor del edificio en el que trabaja hacia la planta en la que se encuentra su despacho, cuando las puertas se abren y entra Naira. Y ya nos imaginamos lo que sigue: cruce de miradas, amor a primera vista, perdices y novela romántica terminada. Pues no, eso no puede ocurrir en algo que Judith Galán haya escrito. Reconozco que me pilló por sorpresa cuando leí otra de sus obras, Calcetines rotos (mi reseña aquí), pero esta vez esperaba que la historia fuera mucho más allá.

Resulta que Naira está enamorada de su marido y que Héctor busca otro tipo de mujer, al que de hecho encuentra cuando quiere y para lo que quiere. Y eso no cuadra con nuestra primera impresión, así que la expectación está creada desde el principio. Continuamos entonces conociendo la historia de Héctor, el protagonista principal, cuya vida se describe así en la sinopsis: «…abogado de éxito, apartamento de lujo, fiestas nocturnas, whisky y sexo, mucho sexo…». Parece que no puede pedir más; sin embargo, detrás de eso hay mucho más, una persona real, con sus problemas personales, sus tragedias, sus dudas y una familia con la que tiene sus más y sus menos, pero que, por suerte, siempre está cerca. Esta es una muestra de lo bien que la autora construye a sus personajes: completos, imperfectos, auténticos. No solo los principales, también los secundarios tienen su personalidad y evolución.

Clasificar esta novela como romántica es simplificar mucho. Tiene humor, drama, misterio, expectación, giros de argumento, temas sociales… Habla de los sentimientos, de la familia, de hacer frente al pasado para reconducir el presente, de la amistad y del amor incondicional. Pero, sobre todo, diría que es una historia de superación personal y de segundas oportunidades.

¿Y Naira? Os estaréis preguntando… ¿Qué pasa con ella? ¿Vuelve a aparecer? ¿Era solo una excusa para desconcertarnos? Bueno, esa es una duda que yo no os voy a resolver, si queréis saberlo, tendréis que leer la novela.

Podéis comprar ¡Héctor, Víctor no, Héctor! en formato Kindle y en tapa blanda en Amazon.

Esta novela la recibí como premio de un sorteo del club de lectura Pura Letra, hace ya un tiempo… Gracias a Judith Galán y a Paula De Grei.