Su belleza, comparable a la de las diosas del Olimpo, su amplia sonrisa y la frescura de su caminar embelesaban a cuantos la veían en el mercado, ya fueran hombres, mujeres o niños. Solo una joven, tras un puesto de hierbas y remedios naturales, supo fijarse en sus ojos tristes.
Ese día, el ajetreo se paró por completo cuando llegó. Nadie entendía cómo podía resplandecer aún más; la única diferencia que le apreciaban era una flor amarilla prendida en el pelo. No dejaban de observarla; aun así, no la vieron guiñar uno de sus brillantes ojos a la herbolera.
Microrrelato para el reto Escribir jugando de mayo del blog de Lídia. Requisitos:
- Crea un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándote en la carta.
- En tu creación debe aparecer el objeto del dado: Olimpo/panteón de divinidades.
Opcional: que aparezca en la historia algo relacionado con esta flor: Agrimony. Indicada para personas que son muy alegres en apariencia, pero que sufren por dentro. (nombre, descripción o efecto sobre las emociones):
Qué sencilla y bonita historia. Me quedo con la protagonista y la herbolaria y esa complicidad que hay entre ellas. Como cuando has compartido un pesar profundo con alguien. Muy buen trabajo, Luna. Abrazote 💜
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Por cierto, «herbolera» no existe, pero es un pequeño homenaje a la de Toti Martínez de Lezea. Me imagino que conoces a esta autora, si no, te la recomiendo.
Muchas gracias, me alegra que te haya gustado. 🙂 ¡Un besote!
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Síii, que la conozco. Les hice leer a mis alumnos un año: «Muerte en el priorato». 🙌
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Por aquí tuvimos que leer «La calle de la judería», y me encanto. ¿Has leído «La flor de argoma»? Está ambientada donde vivo. Si no, te la recomiendo. 😉
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Me la apunto 🙌
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Nada como conocer los secretos de plantas y flores.
Muy bonito micro.
Y la flor, que no conocía, me ha gustado mucho. También su simbolismo.
Besos
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¡Muchas gracias! Yo tampoco la conocía, mira qué bien, también para esto sirve el reto de Lídia. 🙂
Un besote
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Bonito relato con los elementos del reto muy bien integrados. Saludos.
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¡Muchas gracias, Ana! Un abrazo. 🙂
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Los ojos son capaces de expresarlo todo, sólo hay que saber mirar en ellos. Muy bonito, Luna. Un abrazo.
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Lo estamos viendo ahora, que aun con las mascarillas, reconocemos los sentimientos por los ojos. ¡Muchas gracias, Raúl!
Un abrazote. 🙂
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Un relato de complicidades sencillo y bonito, Uxue. Me ha retrotraído a mi primer curso de facultad. Me sentía sobrepasada por los temarios (a causa de mi problema de memoria) y estaba tumbada en la hierba del campus barruntando si tirarlo todo por la borda. Una joven (desconozco su nombre y no volví a saber de ella) se acercó, me entregó una hoja de papel en el que había garabateado rápidamente un cuento («La niña que lloraba por no alcanzar la luna» -recuerdo el título porque aún conservo esa hoja) y me pidió que lo leyera cuando ella se hubiese ido. Solo puedo decirte que me presenté a los exámenes. El resto es otra historia… ¡Un besote!
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Ala, ¡pero esto es una superhistoria! ¡Tienes que contárnosla en condiciones!
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¡Claro! En cuanto tengamos ocasión de compartir un cafetito:-)
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Ains, si lo llego a saber antes… ¡Ojalá sea pronto!
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