Reseña y entrevista: Terror, dolor y grito

Terror, dolor y gritoAutora: Esther Paredes Hernández

Editorial: autopublicado

Fecha de publicación: 22 de octubre de 2021

Número páginas: 116

Edición: tapa blanda

Género: terror

Esther ParedesEsther Paredes Hernández nació en Valencia el año 1974. Aunque su formación universitaria se centró en el mundo educativo, en el año 2002 comenzó su carrera profesional como guionista de ficción y entretenimiento televisivos. Amante del género de terror, desde hace unos años se ha dedicado a escribir relatos que ha publicado en su blog y en su primer libro, Buenas noches. Cuentos de miedo para dormir mejor, que publicó en el 2017.

La conoceréis mejor un poco más abajo (después de la reseña), en la entrevista que le he hecho.

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Sinopsis:

En este libro encontrarás trece historias de terror con las que estremecerte, sobresaltarte y ponerte en la piel de los personajes: ¿gritarías?, ¿huirías o lucharías contra tus miedos hasta el final? Solo podrás saberlo a través de estos cuentos que te recordarán que los monstruos pueden vivir en la casa de al lado, que las relaciones amorosas pueden convertirnos en lo que más odiamos y que los padres no siempre quieren lo mejor para sus hijos. Después de la lectura, conocerás mejor tus temores y tus respuestas. Y si no es así, por lo menos habrás pasado un buen (o mejor, mal) rato.

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Empecé muy airosa la lectura de esta recopilación de relatos. ¿Terror a mí? Por favor, que nací en martes y trece y leía a Stephen King con once años. Pues me he tragado mis presuposiciones y me han dado ardor de estómago, porque el terror de Esther Paredes no es el del monstruo más horrible que pueda aparecer en tus pesadillas, no; es en el que el monstruo está dentro de ti, puede que incluso seas tú mismo, primero te posee y luego te devora, antes de que te preguntes por segunda vez qué demonios está pasando.

No hay vísceras ni sangre (bueno, quizá una poquita en algún momento puntual), no hay ensañamiento en imágenes violentas. Lo que hay son escenarios normales, con personas normales que tienen miedos normales. Con normal me refiero a habitual. Y creo que es ahí donde está la raíz de la destreza de la autora: con unas pocas palabras hace que te sientas identificado y ¿que te metas en el personaje?; no, que el personaje se meta en ti. Es tu miedo, es tu mente, no es tu control: terror psicológico en estado puro.

Un común denominador de todos los relatos que me ha llamado la atención es la soledad de los protagonistas. No física; con independencia de que tengan o no a alguien a su lado, transmiten un fuerte sentimiento de aislamiento emocional. Quizá porque solo uno mismo puede hacer frente a sus miedos más íntimos.

Quiero mencionar que ha prologado este libro Pepe Bras, guionista y escritor, y es uno de los prólogos más amenos que he leído.

Los trece relatos de esta colección son cortos, y al terminar cada uno de ellos mi mente se ha debatido entre la ojeriza hacia la autora, por dejarme esa sensación tan visceral, y la admiración, por ser capaz de dejarme esa sensación tan visceral. Ha ganado la admiración y prometo que no le guardo rencor, prueba es que he charlado un rato con ella. Os dejo con nuestro coloquio, no si antes deciros que podéis comprar Terror, dolor y grito en tapa blanda, tapa dura y versión Kindle en este enlace

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Entrevista a la autora: Esther Paredes Hernández

Hola, Esther. Parecerá increíble, pero la última de tus facetas artísticas que he conocido ha sido la de autora de libros. Escribes relatos, guiones, poemas; ilustras con acuarela, carboncillo, tinta, sobre papel, piedras, barro; bordas, haces collages, fotografías… y seguro que me dejo algo. Creo que la primera pregunta va a ser la más difícil: ¿cómo te defines?

Soy una cuentista. Me gusta contar historias y plasmar personajes; y escojo una técnica dependiendo de mi estado de ánimo y mi energía física porque sufro fibromialgia.

Terror, dolor y grito es una recopilación de relatos. También en tu blog publicas textos del género, el terror psicológico. Todos los escritores proyectamos el subconsciente en nuestros escritos, pero la inspiración también se nutre de estímulos externos. En tu caso, ¿cuánto hay en tus narraciones de tus miedos más profundos?

En todos los relatos hablo de uno de mis miedos, aunque los desarrollo a través de personajes, que no tienen nada que ver conmigo, y hago suposiciones sobre cómo reaccionarían según sus conflictos. La suerte de escribir terror es que existen unos miedos universales y, a pesar de que yo me base en los míos, los lectores siempre se sienten identificados de alguna u otra manera.

¿Qué es lo que más miedo te da? 

La soledad. De hecho, muchas veces, mezclo otros miedos con este. Por ejemplo, la soledad a la que te condena ser diferente, la soledad de la enfermedad, la soledad a la que te condena el dolor…

También eres guionista. ¿Hay mucha diferencia entre escribir un guion y un relato?

Sí, sin dudarlo. Cuando escribes un guion no escribes literatura y utilizas el lenguaje de manera diferente. Está claro que defines personajes, que la estructura de la historia es fundamental y que también plasmas tu manera de ver el mundo. Sin embargo, en la literatura eres mucho más libre creando. No tienes que pensar en decorados caros, en actores que no interpreten bien, en modificaciones por parte de tu equipo, en la duración, en el entretenimiento y entendimiento del espectador… La literatura es una obra mucho más personal y, por ello, satisfactoria para mí.

 Te confieso que hace un tiempo comencé a incursionar en este tema, el de los guiones. ¿Me das algún consejo?

Hay uno fundamental y tiene que ver con la pregunta anterior: antes de ponerte a escribir, antes de desarrollar la historia en tu cabeza y enamorarte de ella, es importante que conozcas las diferencias entre un guion y una obra literaria, que sepas sus claves y los sacrificios creativos que debes hacer por estas claves. Muchas de las historias que se nos ocurren no podrían convertirse en un guion y es mejor no escribir si no va a servirnos. Piensa en un guion que puedas presentar a una productora de cine o a una cadena de televisión, imagina presupuestos, duración, el tipo de público… Todas estas cosas que definen un guion y que van más allá de la historia. Un guion tiene unas necesidades específicas y tienes que conocerlas porque dependes de que alguien te compre el proyecto para que se grabe y pueda disfrutarlo el público.

¿Has pensado en escribir una novela? Ojo, no lo digo como parte de tu evolución como escritora, ya que pienso que, al contrario de lo que mucha gente cree, un relato tiene la misma o incluso más dificultad que una novela.

He reflexionado mucho sobre esto, la verdad. Leo novelas, pero lo cierto es que soy una devoradora de relatos. Me siento distinta cuando leo cuentos, me llena de energía, me dispara la imaginación, no sé, mis emociones reaccionan de manera diferente. El relato es intenso, un estallido, un instante en la vida de un personaje o su vida entera en dos páginas… Y porque los leo, también los escribo. En España no está tan respetado como escribir novela, pero eso no ocurre en otros países en los que se considera que escribir buenos relatos también es una muestra de talento y se le da mucho valor.

Y ¿otra recopilación de relatos, pero además acompañada de ilustraciones tuyas? Puedo visualizar la edición y es estupenda…

Jajaja, pues no te diré que no porque cada vez siento que me expreso mejor con las artes plásticas y creo que puedo probar a ilustrar mis relatos para completar así la intensidad de los temas.

He estado dudando si debo sacar este tema o no, y he decidido que lo mejor es preguntártelo. Has pasado un cáncer. ¿Sigo, sí o no?

Ni sí ni no, por supuesto.

Pues sigo. Te doy la enhorabuena por haberlo superado —y me emociono—. Con una experiencia así, seguro que tu concepto de miedo ha cambiado. ¿Cómo ha influido esa enfermedad en tus letras? O en tu arte, en general.

Ha influido tanto que he tenido que hacer terapia para reconocerme en la Esther que se ha redefinido y rearmado tras la enfermedad. Mis miedos han cambiado muchísimo, son más reales y sin pelos en la lengua: muerte, enfermedad, depresión, abandono, sangre, heridas, agujas, locura… Y uno muy particular que me sorprendió: cuando sentía que no me quedaba nada, que había perdido todo, porque estaba en la cama con la fuerza mínima para continuar respirando, con dolores insoportables, sabiendo que era un estado con el que debía seguir meses, llegó un momento en el que la enfermedad adquirió el estatus de ser o persona y entablé con ella una relación de amor y odio porque entendí que mi vida dependía, en un porcentaje, de esa relación, además de la quimioterapia. Pasado el tiempo, cuando volví a tener fuerzas para salir a la calle, descubrí que la reclusión forzosa me había convertido en una persona que no quería hablar con nadie y que se sentía más segura metida en la cama, en silencio, hablando mentalmente con la enfermedad. Pasé de tenerle miedo a la enfermedad a tenerle miedo al mundo y a volver a vivir.

¿Te gustaría decirle algo a alguien que nos lea y lo esté sufriendo?

Creo que le diría que el miedo es normal, que la tristeza es normal, pasará y se adaptará porque no hay otro camino que aceptarlo, pero que debe combatir el sentimiento de la soledad. El tratamiento y la enfermedad te obligan a pasar mucho tiempo en casa y, dentro de casa, en la cama. El aislamiento prolongado, por la falta de fuerzas por salir a la calle, nos sumerge en un estado mental que tenemos que vigilar para poder tolerar el miedo y la tristeza. Que busquen el acompañamiento de la manera que sea y sin sentirse una carga ni sentir vergüenza. Recuerdo que a mi madre, a mis hijos y a mi marido les pedía que se sentaran en la esquina de mi cama mientras dormía o cerraba los ojos escuchando la televisión porque a veces la soledad me engullía en una espiral demasiado oscura. Muchas de esas veces sentía vergüenza porque me vieran tan débil y vulnerable, y eso es lo que nadie debería sentir. La soledad y el aislamiento en la enfermedad debemos evitarlos sin avergonzarnos. Y, por supuesto, que imaginen que en ese camino estamos y hemos estado muchos y que les cogemos de la mano siempre que piensen en nosotros. En ese lugar imaginario, todos nos damos fuerza.

Ay, se me ha debido de meter algo en el ojo…, a ver si lo saco durante la siguiente pregunta: ¿qué libro estás leyendo?

Estoy leyendo, por segunda vez, “Crónicas marcianas” de Ray Bradbury y “Cuentos” de Ernest Hemingway.

Y la última pregunta: ¿qué proyecto tienes entre manos?

Estoy viendo cuál es el siguiente paso que me apetece: o libro de relatos o novela. Mientras, sigo escribiendo cuentos y pintando o cosiendo o todo a la vez, jajaja.

Muchas gracias, Esther, por acceder a responder a mis preguntas y traer a mi rinconcito tu naturalidad y experiencia. Ha sido un placer.

El placer y la suerte han sido mías, jajaja, he aprendido más de mí misma a través de tus preguntas que en mis divagaciones cotidianas.

Redes sociales de Esther Paredes: Facebook, Instagram.

 

11 comentarios en “Reseña y entrevista: Terror, dolor y grito

  1. evavill dijo:

    Aparte del valor del libro de Esther, que seguro lo tendrá si tú se lo has reseñado, la entrevista me ha gustado mucho. Por su sinceridad y valentía, en primer lugar.
    También me han parecido muy interesantes sus opiniones literarias.
    Besos para ti y para ella

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