Tos de perro, de Julia Otxoa

Julia Otxoa

Me niego a terminar Tos de perro, de Julia Otxoa. No quiero. No puedo. Cada vez que llego al penúltimo relato, Marzo, algo me impide seguir leyendo. Entonces vuelvo atrás, algunas veces hasta el comienzo, otras hasta cualquier punto intermedio. Y releo, una y otra vez, por primera vez.

No es solo ese autobloqueo lector selectivo, es que además no soy capaz de concentrarme en la lectura en cualquier momento. Es solo para ocasiones especiales; por ejemplo: los viajes. Autobús y Tos de perro ya son inseparables en mi imaginario. Exterior en movimiento, interior estático mientras yo viajo en el tiempo con mis sentidos lectores a toda máquina y una conclusión: nunca voy lo suficiente lejos.Julia Otxoa

Jamás un libro que me gusta me había durado tanto. No me importa, no tengo prisa. Supongo que algún día la curiosidad me podrá y leeré esas dos últimas narraciones. ¿Qué pasará en ese momento? Escribiré una reseña, entonces sí. Y espero contaros que, al cerrar este libro, no ha ocupado un lugar que aún no tiene en la estantería y se ha llevado su hechizo con él. Confío en deciros que sigo atrapada entre los recuerdos texturales que nos trae la Julia Otxoa niña de risa estridente y contagiosa aun sin oírla. Que sigo sintiéndome una intrusa entre unas letras que se me antojan más puras que en ninguna de las otras lecturas de esta autora a la que tanto admiro.

De todos modos, no necesito terminarlo ni escribir la reseña para aconsejaros que lo leáis. Leed Tos de perro, podéis comprarlo en este enlace o en librerías físicas. Leedlo, pero ojo, no me contéis los dos últimos relatos.

Sinopsis: 

Memoria y fábula. Mi infancia transcurre entre San Sebastián, ciudad donde nací, y Eulate, pueblo navarro origen de mi familia materna, donde pasábamos el verano y la navidad en nuestras vacaciones escolares. Y aunque en los recuerdos infantiles de este libro se entrecruzan las huellas de un duro tiempo familiar de guerra y posguerra, me propuse, al escribirlo, hacerlo de un modo en el que las luces y las sombras, la alegría de vivir y la tragedia de los días bárbaros, se entremezclaran con la fábula y la memoria, desde ese espacio mágico de la infancia.

Cuarenta y seis ráfagas de recuerdos que, en su precariedad, se apoyan y complementan con la ficción. Lo vivido macerado a través de la imaginación, grabando el sentimiento del tiempo como metáfora y salvaguarda contra el olvido.

6 comentarios en “Tos de perro, de Julia Otxoa

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