Es tu mirada la que ilumina el universo. Tengo la certeza, mientras te contemplo sin que me veas mirarte. La siento en esta noche sin luna, en esta vida sin estrellas. Tú no lo sabes; desconoces que tus dos faros guían mi destino hacia una playa segura, alejan los truenos de mis temporales y refuerzan la quilla de mis emociones.
Pero tú, incauta, coqueteas indiferente con Morfeo. Ignorante de la desgracia que causarás. Ajena a que tus ojos sean algo más que un instrumento para mostrarte el mundo. Desconocedora de que me llevarás de vuelta a las tinieblas.
Observo, temblorosa, tus párpados cerrarse. Temo el momento en que tus pestañas concluyan el recorrido y la oscuridad vuelva a ser una realidad. Quiero gritarte que no lo hagas, que no me hagas esto.
Y entonces, sucede: escondes por completo tu mirada.
Compruebo, incrédula, que aún te veo. Miro al cielo, mas no encuentro el sol.
Entiendo, en este momento, que la luz siempre encuentra un modo de salir a través de ti. Porque tú eres la luz.
Letras inspiradas por la maravillosa pintura de Amaia L. Podéis ver más obras en su perfil de Instagram.