Vaya caos

reto de escritura

el payaso toca el teclado

el diablo el violín

el querubín el chelo

el bombero la batería

el policía pinta montañas

el hombre araña abetos

el esqueleto un castillo

el armadillo come jamón

el robot salchichas con tomate

el primate sándwiches de mermelada

el hada tarta de fresa

y Teresa ¿dónde está?

ni ha venido ni vendrá

en su casa ha de quedarse

no le gusta disfrazarse

Poesía infantil para el reto Escribir jugando de julio del blog de Lídia. Requisitos: Seguir leyendo

Ocaso

reto de escritura

Cuenta la leyenda que llegó navegando una noche de luna creciente y, sobre la roca del único claro del bosque, prendió una hoguera. De entre sus llamas emergieron animales de cada especie y se dispersaron.

Dice el viento que llegó andando, pues ya no había mar. Sobre la roca de la reseca llanura infinita, prendió una hoguera. A sus llamas se acercaron animales de algunas especies, escuálidos, para volatilizarse junto con el humo.

Nadie sabe que se la llevó el viento, exhausta, una noche de luna nueva. Ni todas sus lágrimas lograron devolverle la vida a esa tierra maltratada.

Microrrelato para el reto Escribir jugando de diciembre del blog de Lídia. Requisitos: Seguir leyendo

CMNAC

reto de escritura

Desde este mi humilde blog hago un llamamiento a aquellas mujeres que quieran participar en una nueva iniciativa: los CMNAC (Congresos Mensuales de Nuevas Amas de Casa). Con la excusa de aprender porque «las mujeres de ahora no sois como las de antes» nos juntaremos, beberemos té de hojas de castaño rojo, charlaremos, bailaremos, reiremos y nos pasaremos por el arco del triunfo las llamadas desde casa.

Nota: cada participante recibirá una bandeja de croquetas congeladas.

Inscripciones: en comentarios y el formulario de contacto.

Sugerencias: durante el congreso.

Oposiciones a la iniciativa: no se admiten.

Propuesta (no tengo claro que sea un microrrelato) para el reto Escribir jugando de septiembre del blog de Lídia. Requisitos: Seguir leyendo

Agrimony

reto de escritura

Su belleza, comparable a la de las diosas del Olimpo, su amplia sonrisa y la frescura de su caminar embelesaban a cuantos la veían en el mercado, ya fueran hombres, mujeres o niños. Solo una joven, tras un puesto de hierbas y remedios naturales, supo fijarse en sus ojos tristes.

Ese día, el ajetreo se paró por completo cuando llegó. Nadie entendía cómo podía resplandecer aún más; la única diferencia que le apreciaban era una flor amarilla prendida en el pelo. No dejaban de observarla; aun así, no la vieron guiñar uno de sus brillantes ojos a la herbolera.

Microrrelato para el reto Escribir jugando de mayo del blog de Lídia. Requisitos: Seguir leyendo

La flor

reto de escritura

Hubo una época en la que con cada inspiración sentía que un alambre de espino rodeaba su corazón. Ya no; ya no le dolía vivir. Ya, simplemente, no podía sentir. Se dejaba llevar: una mirada vacía por la ciudad llena. Un alma ajena al sol y a la lluvia e impermeable a los sentimientos.

Hasta que la vio. Una flor solitaria asomaba por una grieta del hormigón. Una solitaria flor, roja como la sangre que volvía a percibir por las venas. Sacó el teléfono y le hizo una foto, por si olvidaba que la vida siempre se abre paso.

Microrrelato para el reto Escribir jugando de marzo del blog de Lídia. Requisitos: Seguir leyendo

Idiotas

reto de escritura

El viento libera mechones de su pelo y colabora con el entusiasmo para colorearle las mejillas. Desde que la conozco me ha atraído como un imán, pero nunca la había querido tanto como ahora, mientras grita «¡idiotas!» una y otra vez. Sigo su mirada y me encuentro con un montón de ojos desbordantes de envidia, que no pierden de vista a la casita atada a un aerostato en la que viajamos. Ahí se quedan, con los pies clavados en la insulsa cordura, todos los que se reían de mí por querer construir castillos en el aire. 

Microrrelato para el reto Escribir jugando de febrero del blog de Lídia. Requisitos: Seguir leyendo

Una lágrima

reto de escritura

La bombilla del techo iluminaba tu mirada casi tanto como la lágrima que resbaló por tu mejilla alumbró mi esperanza. Quise guardarla en un frasco y llevarla siempre conmigo, segura de su anuncio de algún sentimiento por mí en tu interior. Cerré los ojos mientras me repetía que aún me querías y eso me impidió verte marchar, pero el sonido del portazo apagó, inclemente, mi ceguera.

Microrrelato para el reto Escribir jugando de enero del blog de Lídia. Requisitos: Seguir leyendo