El fin del mundo

Fisterra

Imagen de Carlos – La estaca clavada

—¿A dónde vamos?

—Juntas, al fin del mundo.

Sesenta años después resonaba esa respuesta en su memoria, mientras su vista cansada se perdía donde no distinguía si era cielo o mar. Había conducido muchas más horas de las que las lumbares aguantaban sin atormentarla, pero no quiso hacer noche por el camino. Eso le habría impedido cumplir el plan propuesto: recrear aquel primer viaje con Pili en su Seiscientos, marcado por tantas primeras veces.

Había madrugado más que el sol. Aún era de noche cuando dejó atrás Debagoiena y se adentró en la sinuosa carretera del puerto de Kanpazar. Las primeras luces del día le permitieron distinguir la torre de Petronor. Cuánto mejor la vista hacia el otro lado, a la oscura playa de la Arena, que en unas horas comenzaría a llenarse y en donde, ese verano, solo los más madrugadores conseguirían sitio. Seguir leyendo

Mi primer viaje

mi primer viaje

Imagen de Jose Antonio Alba en Pixabay

No puedo dejar de sonreír y saltar: ¡nos vamos de vacaciones! He estado nerviosa desde que me lo contaron y hoy aún más, porque ¡por fin ha llegado el día! La verdad es que parece que soy yo la única de la familia que está contenta; supongo que será porque también soy la única que nunca ha salido de la ciudad. Cuando solo estaba mi hermana Sara viajaban por los menos dos veces al año, y antes de nacer ella lo hacían mis padres solos. Y ahora nos vamos los cuatro, ¡qué emoción!  

Mamá ha preparado una mochila para cada uno, y una maleta con ruedas para papá y otra para ella. Como no tenemos coche y por aquí ya no pasan autobuses, debemos ir andando. No sé cuánto tiempo ni hasta dónde; no me lo quieren decir, ¡es una sorpresa! Llevo a Mufli, mi conejita de tela, en brazos. Canto, salto, y corro alrededor de mi familia. Sara no quiere jugar conmigo; últimamente se cree muy mayor y hace todo como los adultos, qué aburrida. Papá me grita todo el rato que ande normal o me cansaré el doble. Seguir leyendo