Qué dicen

qué le dicen los árboles al viento

qué cuentan sus hojitas crepitantes

qué historias fuera de mi entendimiento

.

luego el viento con su habla siseante

conversa con las nubes pasajeras

de ese idioma soy completa ignorante

.

y las nubes, del cielo mensajeras

relatan con su mímica de paso

siluetas a mi juicio extranjeras

.

escucho, callo, miro, mas no hay caso

no acierto a comprender, aun mi cultura

me hallará abstraída el ocaso

cual sorda, muda y ciega criatura

Cómplices

ocaso

Solo el sol fue testigo del instante

en que prendió la mecha de mi esencia

liberó la compuerta sin prudencia

de emociones torrente incesante.

Nadie más vio el mirar centelleante

disputarle el ardor, cuánta insolencia

no era en verdad más que la impaciencia

de aquella que despierta a lo vibrante.

El temor me domina en el ocaso

¿si mi verdad se va con el ardiente?

¿si era no más una inquietud de paso?

Una ola me acaricia lentamente

sé que lo sabe, sé que no hay malcaso

pues el sol ha hecho al mar su confidente.