Necesito

Madrid

Necesito el mar para reencontrarme, para vaciarme, para llenarme. No un mar cualquiera, no; el mío: el que brama, el que golpea, el que impone, el que ha designado víctimas y milagros. El que me acoge con frialdad en pleno verano y aun así me cura sin escozor las heridas más íntimas.

Necesito el brillo de las gotas en el verde exuberante que perpetúa la humedad. Esa humedad que brota por doquier y raya el paisaje en toda dirección con su eterno saltar y cantar. Seguir leyendo

Flor amarilla sobre pared gris

Flor amarilla

Todas la miran al pasar. A todas inspira.

Compone la poeta versos sobre estrellas;

colorea la pintora, óleo sobre lienzo;

anota la botánica: taraxacum officinale;

relaciona la lingüista dientes, flores y leones;

cavila la mitóloga acerca de sentimientos tan prohibidos como eternos;

imagina la soñadora un cielo gris vencido por el sol,

se contagia la pesimista de su resiliencia.

La corta la enamorada para regalársela a su amor, sin saber que, en dos días una y en dos meses el otro, ambos se marchitarán.

Llora la poeta su musa,

llora la pintora su modelo,

llora la botánica su asterácea,

llora la lingüista su muestra,

llora la mitóloga su efigie,

llora la soñadora su fantasía,

llora la pesimista su mala fortuna.

Llora la niña que esperaba, impaciente, para soplar.

diente de león

Letras inspiradas por la fotografía de Paloma que encabeza esta entrada. Es una de las maravillosas imágenes que comparte en su perfil de Instagram.

 

Amalia

Es tu mirada la que ilumina el universo. Tengo la certeza, mientras te contemplo sin que me veas mirarte. La siento en esta noche sin luna, en esta vida sin estrellas. Tú no lo sabes; desconoces que tus dos faros guían mi destino hacia una playa segura, alejan los truenos de mis temporales y refuerzan la quilla de mis emociones.

Pero tú, incauta, coqueteas indiferente con Morfeo. Ignorante de la desgracia que causarás. Ajena a que tus ojos sean algo más que un instrumento para mostrarte el mundo. Desconocedora de que me llevarás de vuelta a las tinieblas.

Observo, temblorosa, tus párpados cerrarse. Temo el momento en que tus pestañas concluyan el recorrido y la oscuridad vuelva a ser una realidad. Quiero gritarte que no lo hagas, que no me hagas esto.

Y entonces, sucede: escondes por completo tu mirada.

Compruebo, incrédula, que aún te veo. Miro al cielo, mas no encuentro el sol.

Entiendo, en este momento, que la luz siempre encuentra un modo de salir a través de ti. Porque tú eres la luz.

Letras inspiradas por la maravillosa pintura de Amaia L. Podéis ver más obras en su perfil de Instagram.