La tortuga y el salmón

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LA TORTUGA Y EL SALMÓN

Una tortuga nadaba en aguas profundas del océano cuando llegó un salmón. Se cayeron muy bien y enseguida se hicieron inseparables. Pasaban todo el tiempo juntos, jugaban y reían sin parar. Un día se prometieron que serían amigos para siempre y nunca se separarían.

Poco a poco, los demás salmones volvían hacia el río del que vinieron, para remontarlo hasta el lugar en que nacieron y allí desovar. También las tortugas se marchaban, en busca de zonas del mar con más medusas para alimentarse.

La pareja de amigos permanecía en el mismo sitio. El salmón quería procrear y la tortuga cada vez tenía más hambre, pero habían dicho que seguirían juntos y no eran de los que no cumplían una promesa.

Una ballena, que les observaba desde hacía tiempo, les dijo:

—Tal vez deberíais seguir vuestro camino por separado. Salmón, estás muy triste porque quieres tener salmoncitos y tú, Tortuga, cada vez estás más delgada. Ya no jugáis ni reís y si esperáis más, moriréis aquí, juntos pero afligidos.

La pareja se miró. La ballena tenía razón, los dos lo sabían aunque les costara reconocerlo. Con mucha pena pero también aliviados, se despidieron y se separaron, cada uno en busca de su propio destino.

Moraleja: En ocasiones se debe aceptar que una relación ha llegado a su fin. Hay que decir adiós y buscar el camino que a cada uno le haga feliz, antes de que la pena y el malestar estropeen el futuro y el recuerdo de los buenos momentos compartidos.

Reto 36 para Literup – Haz una historia que tenga al final una frase moralizante a modo de fábula.

23 comentarios en “La tortuga y el salmón

  1. mialmarural dijo:

    En ocasiones hay que dejar marchar al que tenemos al lado aunque le sigamos amando para que pueda crecer como persona. No hay nada más egoísta que pretender seguir con una relación solamente por no estar solos.

    Muy buen relato y moraleja, Luna. Te felicito.
    Un beso.

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