CAPRICHOS
Ya se las apañarían para pagar las facturas, deseaban tanto ese chalé… Así que comenzaron a meter horas extras. Luego quisieron poner una piscina climatizada, y cada uno de ellos buscó otro empleo para compatibilizar con el que ya tenía. Entonces se les antojó ese coche de alta gama; para permitírselo ampliaron la jornada en los nuevos trabajos.
Consiguieron lo que se propusieron. Si bien no tenían ni un momento para bañarse en la piscina, solo usaban el coche para ir de casa al trabajo, y el único tiempo que pasaban en el chalé eran las cuatro horas que les sobraban para dormir.
Perseguimos sombras a veces y cuando las alcanzamos, comprobamos que se confunden con la oscuridad y que en el vivir, a veces es bueno dormir y que los sueños queden allí…
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Qué bonito te ha quedado 🙂
Pues sí, confundimos nuestras propias prioridades, y cuando nos damos cuenta, el tiempo perdido no lo podemos comprar.
Muchas gracias, Manolo. Un abrazo
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¡Abrazo! 🙂
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Todos tenemos necesidades pero hay otras que nos las imponemos bajo el prisma social. Y eso nada tiene que ver con la felicidad. Un abrazo Luna.
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Estoy de acuerdo. El dinero facilita las cosas, pero algunas no se pueden comprar.
Muchas gracias. Un abrazo
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Y los que necesitan aparentar… 🤦🏻♀️
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Demostrar lo que tienen para tapar otras carencias…
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Ainsss Cuándo nos daremos cuenta todos de que las cosas importantes de la vida… no son cosas!!!
Algunos nos damos cuenta a tiempo pero otros siguen erre que erre malgastando lo más valioso que tienen, que es su tiempo y su salud, para ganar un dinero que nunca van a disfrutar…
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No puedo estar más de acuerdo contigo 🙂
Tu comentario me ha recordado al cuento del pescador y el empresario, tal vez lo conozcas. Si no y te apetece leerlo: https://vidaenpositivo.org/el-cuento-del-pescador-y-el-empresario/
¡Muchas gracias y a disfrutar!
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Lo conozco. Justo ese cuento me ha venido a mi a la cabeza al leer tu escrito y de ahí mi comentario…🤗😊
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🙂 🙂
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Y al final lo mas valioso es el tiempo.
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Deberíamos aprender a valor como merece, porque una vez que pasa… pasado 🙂
¡Gracias!
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Y ¿Para qué tanto? Si no tienes tiempo para ti y para los tuyos, si no puedes compartir tu vida con otros ¿para qué quieres todo eso?. Es un realidad para muchos, para otros algo de que se huye.
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Yo tampoco lo entiendo. Y menos cuando es para aparentar, ¿de qué sirve lo que piensen los demás de ti, si no eres feliz?
Gracias por pasarte 🙂
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Vivir para fuera en lugar de para uno mismo… es muy triste pero más habitual de lo que parece…
Un abrazo
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Pues sí, ¿y para qué? Eres quien eres, piensen lo que piensen los demás. Yo también pienso que es bastante habitual…
Otro abrazo, Andrea 🙂
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Estamos presos en una telaraña de consumismo que nos tiene confundidos y nos hace creer que nuestra felicidad depende del dinero que gastemos y de que nuestra opulencia se note en los ojos de los demás. Yo creo que estamos confundidos, ¿o no? 😉
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Yo también lo creo, y me encanta cómo lo has explicado 🙂
¡Muchas gracias!
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Pasarán los años y se darán cuenta de que los mejores recuerdos que guardan no les costaron dinero. Por cierto que esa casa de cristal debe gastar un dineral en calefacción, la forma de la piscina impide una correcta aplicación del tratamiento y la nieve sobre un tejado plano siempre genera goteras. Jajaja. Un besazo.
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Pues ya no me gusta, ja, ja. Muy bonito eso de que los mejores recuerdos no cuestan dinero. Qué gran verdad.
Gracias, Carlos. Un besote
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En mi concepto esto está dado por la mediocridad del ser que abominablemente se cree mas por poseer que por simplemente alimentar un espíritu que se encausa con el alma.
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Pienso que creer que eres más por tener más denota alguna carencia en la personalidad…
Gracias 😉
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Triste realidad, la de esta sociedad capitalista…
Muy bueno, Luna. Un beso
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Importa más lo que se tiene que lo que se es… no tiene sentido. No digo que haya que vivir en cuevas con lo justo, ¡pero algunos se pasan! Ay, si se repartiera un poco… en fin, ese es otro tema.
Gracias, Lídia. Un besote
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¡Muy bueno, Luna! La sociedad del consumo y el egoísmo actual reflejada en tu micro; aunque no podemos generalizar.
¡Un gran abrazo!
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Perdemos de vista lo más importante por cosas que, muchas veces, estamos convencidos de que necesitamos, aunque no sea así. Y lo peor es que el tiempo perdido en no cuidar lo más importante no se puede recuperar…
Como dices, nunca se puede generalizar.
Muchas gracias. Un besote y buen día 🙂
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El dinero lo compra todo menos a nosotros mismos. También os digo que el dinero no da la felicidad pero ayuda mucho a disfrutarla. El problema no es el dinero, el problema somos nosotros. Por otro lado… la casa de la foto es preciosa, encaja conmigo… En fin…. aunque es la casa de mis sueños, mi sueño no es conseguirla. 😉
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Yo veo esa casa y pienso: «Buf, cuánto para limpiar», ja, ja.
Estoy de acuerdo contigo, no se trata de vivir con lo mínimo, unas comodidades no están nada mal. Pero no poder disfrutarlo es no haberlo conseguido, por mucho que lo hayas pagado. O así lo veo yo.
Gracias 😉 Un abrazo
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La vida es tan corta que hay que escoger entre ganar dinero o gastarlo. No hay tiempo suficiente para ambas cosas.
«No desees y serás el hombre más rico del mundo». Nos decía don Miguel de Cervantes.
Gracias, Luna, muy bueno como siempre.
Besiños palmeiráns.
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Sin dinero no se vive, eso está claro, pero hay tantas cosas no materiales que importan tanto…
¡Muchas gracias a ti! Besotes
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Vivir para trabajar o trabajar para vivir, eso es algo que debe decidir cada uno; tal vez la virtud está, como casi siempre, en el término medio. Tu relato me ha recordado al del pescador mexicano y el hombre de negocios: http://crearmiempresa.es/la-historia-del-pescador-y-el-hombre-de-negocio.html
Saludos, Luna.
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Cuando escribí el micro no pensé en ese relato, pero uno de los comentarios me lo recordó. Es muy bueno.
Gracias, Raúl 🙂
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No tenemos tiempo para tener tiempo. Y así nos va.
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¡Qué gran frase! Muy cierta.
Gracias 🙂
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A ti.
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Jamás tuve grandes aspiraciones -en el sentido de tu relato- y con los años me doy más cuenta de lo bonita y cómoda que resulta la vida sencilla. No viviría en una casa como esa ni regalada.
Mañana trataré de leer el cuento que sugieres.
Un fuerte abrazo.
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Te va a gustar ese cuento, es este: https://vidaenpositivo.org/el-cuento-del-pescador-y-el-empresario/
Coincido contigo, yo prefiero vivir de manera más sencilla y tener más tiempo para cuidar de los míos y vivir el día a día de mis hijos. Entre colegio arriba colegio abajo, yeguas, abejas y huerto vivimos felices. A mí me gustaría viajar más, eso sí, pero tengo muy claras mis prioridades si no se puede llegar a todo.
Gracias por pasarte 🙂 Un besazo
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Creo que tù y yo coincidimos en muchas cosas. Si te contase la manera de celabrar mi cumpleaños no te lo ibas a creer, comenzando por la vajilla y cubertería de plástico. Pero era la única forma de reunirnos toda la familia cerca del lugar de trabajo de una hija y su marido. El apagado de las velas, de antología. Guardo testimonio grabado. Al final un paseo monte arriba, cochecito de bebé incluido.
Otro beso..
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¡Seguro que es para verlo! A mí me parece estupendo, y esos son luego los recuerdos más bonitos 🙂
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«No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita» me ha venido a la cabeza al leer el relato. Y es que creemos que tener más nos hará más ricos, cuando en realidad nos hace mas dependientes (del trabajo, del dinero, de la ambición. ..)
El relato es muy breve, pero encierra una gran reflexión. ¡Bravo!
Un beso
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Muchas gracias, María. A veces entramos en ese círculo vicioso de «ba, solo un poco más y llegamos», y perdemos de vista la calidad de vida y las prioridades.
Un besazo
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